Se acabó apelar únicamente a la conciencia.
La vía legal se ha convertido en un camino cada vez más frecuentado por las comunidades ciudadanas para defender el derecho de las personas a disfrutar de un medioambiente saludable. Las noticias nos muestran con frecuencia cómo un derecho humano básico como es el disfrute de un medioambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible sienta en el banquillo a aquellos que eximen su responsabilidad para lograrlo.
Hasta los bebés coreanos demandan a Corea del Sur por la inacción climática. No importa la edad del demandante, las personas organizadas en comunidades afectadas o vulnerables ante los daños ambientales hacen valer sus derechos.
Desde los seis jóvenes portugueses capaces de llevar a 32 países europeos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) mediante una acción legal para exigir sus obligaciones por el daño que van a sufrir a lo largo de sus vidas causado por la emergencia climática. Al histórico fallo legal para reducir los gases de efecto invernadero que, en dicha Gran Sala del TEDH, ha dado la razón, en abril del 2024, con una sentencia vinculante pionera, a la Asociación de Mujeres Mayores para la Protección del Clima de Suiza que demandaban una acción insuficiente de los Estados miembro para limitar el cambio climático.
Apelar a la justicia ambientalLa justicia ambiental en temas de calidad del aire es crucial para asegurar que todas las comunidades, especialmente aquellas en zonas de mucho tráfico y ...
Leer más, mediante la iniciativa comunitaria de emprender acciones legales que reclaman el respeto a disfrutar de un medioambiente saludable como un derecho humano básico y de las generaciones futuras, es un debate abierto y con gran repercusión internacional.
Así ha ocurrido con el reconocimiento ante la violación del gobierno del Perú de los derechos de los habitantes de La Oroya, comunidad andina considerada uno de los lugares más contaminados del planeta. Polución procedente de la actividad minera en sus inmediaciones que altera la calidad del aire por la emisión de metales como el plomo, arsénico y cadmio. Sus partículas son transportadas por el aire y se depositan en altas concentraciones en espacios al aire libre como parques, calles y zonas de juego de los colegios, siendo por tanto los niños y niñas los más afectados por su ingestión.
“La decisión de la Corte Interamericana es la sentencia más sólida y completa de cualquier tribunal regional de derechos humanos hasta la fecha. No sólo proporciona la justicia ambiental que tanto se necesitaba para el pueblo de La Oroya en Perú, sino que también establece un precedente vital que será utilizado por ciudadanos, comunidades, tribunales y defensores de los derechos humanos ambientales preocupados en todo el mundo”. David Boyd, relator especial de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente.
La justicia ambiental se basa en el principio rector de que todas las personas tienen derecho a la protección contra los daños y riesgos ambientales. Cada país y región tiene sus propias leyes y normativas para garantizar a la ciudadanía un entorno más limpio y saludable. Se concibe como “una reivindicación social, un nuevo paradigma que da certeza y equilibrio sobre la distribución de las implicaciones ambientales positivas o negativas en un territorio determinado.” (Ramírez S., et al., 2015).
Controlar las emisiones que alteran la calidad del aire ocupa un lugar preponderante en las acciones y decisiones ambientales para alcanzar la igualdad en los derechos humanos. Todas las personas deben vivir de una manera digna y disfrutando de un medioambiente con un aire limpio y puro independientemente de la situación socioeconómica, género, ubicación geográfica, edad u origen étnico.
La contaminación del aire es un problema que se produce en todas las comunidades, tanto urbanas como rurales, y es impulsada por una gran variedad de actividades humanas como la movilidad fundamentada en los combustibles fósiles y las emisiones industriales.
Para mejorar la calidad del aire en nuestras comunidades, es necesario tomar medidas que reduzcan la liberación de contaminantes al aire y, al mismo tiempo, promover el derecho de acceso al aire libre tanto como al aire limpio.
En muchos lugares, la mayor contaminación se produce en áreas urbanas con alta densidad de tráfico y actividad industrial en sus proximidades. Controlar la calidad del aire en nuestras comunidades es asequible gracias a herramientas esenciales como los sensores de calidad del aire. Al medir la cantidad de contaminantes en el aire se garantiza que el aire que respiramos está libre de contaminantes nocivos y es seguro para la salud.
Existen diversos tipos de sensores para medir la calidad del aire tanto en interiores como al aire libre. En espacios de interior, hay modelos de purificadores que poseen a su vez sensores para medir la calidad del aire.
Mientras que al aire libre son numerosos los tipos de dispositivos para evaluar los contaminantes específicos del aire, como el dióxido de carbonoEl dióxido de carbono (CO2) es un gas que se encuentra de manera natural en la atmósfera y desempeña un papel crucial en los procesos vitales del planet...
Leer más, el ozono troposféricoEl ozono troposférico (O3) es un gas que está presente en la capa más baja de la atmósfera terrestre o troposfera, la que se extiende hasta los 10 kil�...
Leer más y los compuestos orgánicos volátiles, entre otros. Es habitual que estos sensores de exterior aparezcan asociados a estaciones meteorológicas. Pero lo más importante es que dichos sensores aporten una información precisa basada en datos fiables que sirvan para tomar las decisiones apropiadas e implementar medidas que reduzcan la contaminación atmosférica a tiempo.
¿Qué es una comunidad con justicia medioambiental?
Una comunidad que apela a la justicia ambiental es aquella parte de la sociedad vinculada porque considera que disfrutar de un medioambiente limpio es fundamental. Un entorno, donde se dispongan de los servicios que nos presta la naturaleza, como puede ser disfrutar de una óptima calidad del aire. Las comunidades reclaman así un derecho humano apoyándose en las medidas legales en vigor. Es la manera de garantizar un medioambiente saludable que disponga de un aire puro para todos sus integrantes.
La dinamización de las personas para proteger sus derechos promueve la participación ciudadana activa al implicarse en la toma de decisiones relacionadas con el medioambiente y su protección.
“La justicia medioambiental abarca el principio de que todas las personas y comunidades tienen derecho a la misma protección de las leyes y normativas medioambientales y de salud pública.” Robert D. Bullard, Father of Environmental Justice
En este sentido, la lucha de la justicia ambiental contra la contaminación atmosférica pretende prevenir los nocivos efectos en la salud pública de un entorno ambiental y climático cada vez más hostil.
De todos los aspectos ambientales, el aire es un recurso prioritario para la vida por lo que debe permanecer libre de contaminantes para no generar un entorno nocivo que pueda afectar a la salud de las personas y del planeta.
Las personas organizadas en comunidades que demandan justicia medioambiental, como parte afectada, merecen que su aportación sea tenida en cuenta. Contribuirá a la adopción de medidas que disminuyan las emisiones, compensen las ya generadas y para que se reduzcan o eliminen aquellas fuentes que está demostrada su relación directa con los daños ambientales, como el uso de combustibles fósiles.
Uno de los grandes avances respecto a la implementación plena y efectiva de la justicia ambiental se logró en América Latina y el Caribe mediante la firma del Acuerdo de Escazú, en abril de 2021. Un pionero acuerdo jurídico con cuya implementación por 25 países firmantes, ante la Secretaría General de las Naciones Unidas, se fomenta el acceso pleno de las comunidades a la información ambiental, la participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales y el acceso a la justicia en asuntos ambientales.
¿Cómo es la contaminación en las comunidades?
Las iniciativas comunitarias que solicitan la justicia ambiental pueden afrontar numerosos daños y desafíos que atentan contra un modelo de desarrollo respetuoso con los derechos medioambientales ya que su alteración altera directa o indirectamente su salud y calidad de vida.
Desde los daños al agua y los suelos, la alteración de los servicios que los ecosistemas prestan a la sociedad y la degradación de la calidad del aire, los solicitantes pueden promover la participación pública para conseguir que se ejerza la justicia ambiental y con ello se respete el derecho a la salud de cualquier persona.
De esta manera se exige formalmente que todas las personas sean tratadas con igualdad y se beneficien de la aplicación de las leyes vigentes como protección ante posibles riesgos ambientales.
Defender los derechos humanos a través de la justicia medioambiental exigida por las comunidades es necesaria si se quiere disponer de agua potable, alimentos sanos, un aire limpio y una biosfera preservada que garantice los servicios que los ecosistemas prestan a la sociedad.
Se trata de utilizar el marco legal a nivel nacional e internacional para exigir un medioambiente sano en un mundo globalizado.
Dados los graves efectos adversos para la salud asociados con muchos contaminantes y la distribución desigual de estos efectos entre grupos socioeconómicos, la contaminación del aire es a menudo un foco de investigación sobre justicia ambiental. (Gardner-Frolick, R., et al., 2022).
¿Dónde se produce esta contaminación?
Entre las principales causas de alteración ambiental que atentan contra un desarrollo sostenible comunitario se encuentran aquellas que afectan a la calidad del aire. Un reto de ámbito global que es originado mayoritariamente por algunas actividades humanas:
Transporte e industria
Con el uso de combustibles fósiles se emiten gases contaminantes. Su liberación procede principalmente del funcionamiento de vehículos de combustión y de las industrias que emplean energías fósiles en sus procesos de manufactura. Entre las principales emisiones contaminantes procedentes de la combustión se hallan:
Dióxido de carbono
Dióxido de nitrógeno
Dióxido de azufre
Monóxido de carbono
Partículas para suspensión
Óxidos de nitrógeno
Ozono troposférico
Hidrocarburos
Metales pesados
Ruidos
Uno de los principales factores que impiden disponer de una ambiente sano y sostenible son los sonidos molestos que afectan a las personas y al desarrollo de sus actividades. Emisiones sonoras que son la causa de una contaminación acústica que la Organización Mundial de la Salud define como ruido a partir de 65 dB.
Basuras y residuos
Más del 40% de las basuras y residuos generados por las actividades humanas son eliminados mediante su quema al aire libre.
Agricultura y ganadería
El 24% de los gases de efecto invernadero proceden del uso de fertilizantes sintéticos y de la quema de residuos agrícolas. Mientras que la ganadería es uno de los principales emisores de gas metanoEl metano, conocido químicamente como CH₄, es un gas dañino para la atmósfera y los seres vivos porque tiene gran capacidad de atrapar el calor. Es po...
Leer más y con ello de la alteración del ozono troposférico o aquel que permanece a nivel del suelo.
Incendios forestales
Cuando la madera de los árboles se quema se genera una nociva mezcla de gases y partículas finas que afectan a órganos vitales como el riñón y el hígado y ocasionan enfermedades respiratorias, así como agravan las de origen cardiovascular.
Efectos de la contaminación en las comunidades
Si bien las personas con niveles socioeconómicos más bajos y vinculadas a la diversidad de origen étnico son las principales afectadas por los efectos adversos de la contaminación del aire, esta acaba siendo un problema de la sociedad en general. A las afecciones para la salud y la disminución en las condiciones de bienestar que provoca la contaminación atmosférica se añade que altera hábitats y daña los ecosistemas, además de incidir en problemas globales con el cambio climático.
Apelando a la justicia ambiental se lucha para que se subsanen tales deficiencias del aire y, en conjunto, se alcancen objetivos de mejora para la salud pública y los seres vivos en general.
En 2021, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para exigir que el 40% de los beneficios de las inversiones federales en clima y energía limpia se destinen a las comunidades de justicia ambiental.
Las desigualdades medioambientales relacionadas con la calidad del aire se detectan principalmente en determinadas áreas metropolitanas donde sus habitantes están más expuestos a la contaminación del aire. Es ahí donde las autoridades responsables tienen herramientas regulatorias cuya implementación debe mejorarse para lograr la justicia ambiental. (Rose-Pérez, R., 2015). Además, la falta de espacios de aire libre en las ciudades y la escasez de lluvias inciden en que se acumulen los contaminantes en el aire, lo que tiene como resultado una mala calidad del aire para los residentes urbanos.
Según un estudio realizado por el Banco Mundial, las partículas finas procedentes de la combustión de combustibles fósiles ocasionan uno de los efectos más nocivos de la contaminación atmosférica incrementando la proporción de partículas totales suspendidas (PST). Son las causantes de enfermedades respiratorias como el asma, a la vez que inciden en el desarrollo del cáncer, enfermedades cardiovasculares e incrementan las muertes prematuras.
“El abandono en el uso de los combustibles fósiles podría evitar 1,2 millones de muertes cada año originadas por la exposición a las partículas en suspensiónLas partículas en suspensión son elementos microscópicos que flotan en el aire, compuestos por sustancias sólidas y líquidas. Poseen una gran variedad...
Leer más de los combustibles fósiles.” Naciones Unidas, Acción Climática.
El rol gubernamental
La justicia ambiental, se basa en el principio rector de que todas las personas tienen derecho a la protección contra los daños y riesgos ambientales. Cada país y región tiene sus propias leyes y acuerdos para garantizar a la ciudadanía un entorno más limpio y saludable.
En más de 100 países, el derecho a un medioambiente saludable goza de un estatus constitucional que es la fórmula más eficiente de protección legal disponible.
En Europa, cualquier ciudadano, si considera que una actividad es perjudicial para el medioambiente, tiene garantías procesales que le facilitan acceder a la información, evaluación del impacto ambiental o participar en los procesos de decisión. Si finalmente no logra hacer que su voz sea escuchada puede recurrir a las normas específicas de cada Estado miembro para hacer valer sus derechos. Bien de forma individual o en comunidades de personas afectadas se puede iniciar un proceso de recurso ante un órgano jurisdiccional del propio Estado miembro.
Asimismo las organizaciones no gubernamentales vinculadas a la protección ambiental gozan de un estatus preferente al presentar un recurso por una actuación ambiental perjudicial. Desempeñan un papel primordial para la ciudadanía y la protección del entorno al ser consideradas como vigilantes de la protección del medioambiente.
En el ámbito de la justicia ambiental destacan países como Estados Unidos, por su reconocimiento histórico para que todas las comunidades estén protegidas por igual contra los peligros ambientales. De esta manera ha creado un compromiso con la justicia ambiental a través de la iniciativa Justice40 basada en una herramienta de detección de justicia climática y económica.
Garantizar la calidad del aire es un factor fundamental para alcanzar la justicia ambiental que proteja la salud humana, la biodiversidad y la sostenibilidad del medioambiente.
Los gobiernos, a través de las regulaciones y políticas implementadas, como la recientemente aprobada Directiva de Calidad del Aire europea, pueden influir significativamente en la calidad del aire que respiramos. Tienen la responsabilidad de establecer y hacer cumplir las normas que limitan la cantidad de contaminantes que se pueden liberar en el aire.
Estas normas son esenciales para mantener el aire limpio y reducir los niveles de contaminación atmosférica. Sin embargo, estas normas únicamente pueden ser efectivas si se aplican de manera consistente y se cumplen rigurosamente.
A nivel gubernamental también se ha de promocionar la concienciación pública sobre la importancia de respirar aire limpio. A través de campañas de educación y sensibilización, puede ayudar a las personas a entender los riesgos asociados con la respiración de aire contaminado y las medidas que pueden tomar para protegerse.
Además, son los gobiernos de cada país, mediante las políticas nacionales y los acuerdos medioambientales mundiales, los que pueden fomentar la adopción de tecnologías más limpias y energías renovables para reducir la cantidad de contaminantes emitidos al aire.
Cuando se trata de áreas con mayor contaminación, los gobiernos de los países tienen la responsabilidad de tomar medidas más drásticas para mejorar la calidad del aire. Esto puede incluir la restricción de ciertas actividades que contribuyen a tan elevada contaminación, como la quema de carbón o restringir el funcionamiento de fábricas que producen elevadas emisiones atmosféricasLas emisiones atmosféricas son sustancias contaminantes vertidas al aire cuyo origen se fundamenta principalmente en actividades humanas como la industria...
Leer más que alteran la calidad del aire.
¿Cómo mejorar la calidad del aire en tu comunidad?
La calidad del aire en las comunidades es un tema que afecta a la población en general y del que todos somos responsables. Es importante tomar medidas, con un esfuerzo colectivo, para reducir la contaminación atmosférica y promover un aire más limpio y saludable para todos.
Ya sea a través de políticas públicas, iniciativas de la comunidad en demanda por la justicia ambiental o cambios en nuestros comportamientos individuales, todos podemos hacer nuestra parte para mejorar la calidad del aire en nuestras comunidades. Porque todos merecemos respirar aire limpio.
Para mejorar la calidad del aire en nuestras comunidades, es necesario adoptar una serie de medidas que promuevan el cuidado y la preservación de nuestro entorno.
Educación ambiental
Es fundamental fomentar la educación ambiental entre los miembros de la comunidad. Conocer las causas y consecuencias de la contaminación atmosférica nos permitirá tomar decisiones más informadas y respetuosas con el medioambiente.
Energías renovables
Promover el uso de energías renovables en sustitución de los combustibles fósiles. La generación de energía a través de fuentes renovables, como el sol o el viento, reduce significativamente la emisión de gases contaminantes al aire. La eficiencia energética de las edificaciones también contribuye a la optimización en la demanda energética de las comunidades y con ello a minimizar el impacto de la industria generadora de energía.
Espacios verdes
El mantenimiento y la creación de espacios verdes y áreas recreativas al aire libre en nuestras comunidades también son esenciales. Los árboles y las plantas de parques y jardines absorben el dióxido de carbono y liberan oxígeno, así como regulan la temperatura ambiental contribuyendo en conjunto a la purificación del aire.
Concienciación ciudadana
Implementar programas de concienciación ciudadana sobre el impacto que las actividades cotidianas que desarrollamos tienen en la calidad del aire como regular el uso de calefacciones y sistemas de climatización para reducir las emisiones contaminantes.
Movilidad sostenible
Promover el uso del transporte público y de modos de transporte más amigables con el medioambiente y la creación de zonas peatonales ayudan a reducir el impacto ambiental de nuestros desplazamientos.
Herramientas para controlar la calidad del aire
Para conseguir comunidades más saludables y sostenibles, aparte de incidir en mejorar la calidad del aire a través de la implementación de las energías renovables, la promoción del transporte público y el fomento de estilos de vida sostenibles, en la actualidad, contamos con diversas herramientas que nos permiten controlar la calidad del aire en nuestras comunidades. Su presencia resulta esencial para determinar las características del aire que respiramos, garantizar que está libre de contaminantes nocivos y es seguro para nuestra salud.
Entre estas herramientas se encuentran los sensores de calidad del aire. En la actualidad, existen multitud de tecnologías que miden la calidad ambiental mediante la detección de los diferentes contaminantes del aire pero con muy variada fiabilidad. Según los tipos específicos de contaminantes que se desee medir, podemos encontrar diversas tecnologías como sensores electroquímicos, analizadores, gravimétricos, infrarrojos no dispersivos, sistemas microelectromecánicos, etc.
Kunak, gracias a su tecnología patentada de cartuchos inteligentes, ofrece la ventaja de poder ser reemplazados fácilmente en cuestión de minutos, reduciendo drásticamente la pérdida de datos sobre la calidad del aire. Además, de este modo, no hace falta enviar el dispositivo a fábrica para su calibración y/o mantenimiento periódico.
A diferencia de otros sistemas, en el caso de Kunak, los cartuchos inteligentes incorporan un algoritmo propio diseñado por los ingenieros de Kunak capaz de mitigar los efectos de condiciones ambientales, que permite realizar mediciones equiparables a las que ofrecen los instrumentos de referencia.
Y es que, tan solo tomando decisiones informadas en base a datos precisos y de calidad es posible implementar las medidas oportunas que nos lleven a reducir la contaminación ambiental y, en definitiva, a proteger la salud de las personas.
“La justicia ambiental está contribuyendo a desvelar la interacción entre amenazas ambientales, condiciones de salud y grupos vulnerables.” (Prieto-Flores, M.E., et al., 2016).
Otras formas de conocer la calidad del aire que respiras
Para averiguar la calidad del aire en la comunidad, se puede hacer uso de herramientas públicas como los mapas inteligentes actualizados mediante las estaciones meteorológicas y redes de sensores dispuestos por los gobiernos locales y administraciones públicas que proporcionan datos sobre la calidad del aire para algunas zonas determinadas.
Adicionalmente, es importante estar atento a las noticias y alertas de las autoridades locales sobre la contaminación atmosférica y sus niveles, ya que permiten tomar decisiones tempranas para evitar los riesgos de salud al permanecer al aire libre en determinados días de elevada contaminación atmosférica (por ejemplo al salir a practicar deporte).
De igual manera, las comunidades desempeñan un papel esencial y dinámico, a través de la justicia ambiental, para exigir las responsabilidades de los gobiernos frente a la ciudadanía.
La clase política es el garante para los ciudadanos de que no se viole su derecho fundamental a respirar un aire limpio.
Si los gobiernos omiten sus labores o no desempeñan su función de exigir a terceros sus obligaciones con respecto a la calidad del aire es el momento de apelar a la justicia ambiental. Una acción legal que ha demostrado ser eficaz para exigir a los gobiernos que cumplan con las leyes y políticas creadas expresamente para lograr un medioambiente saludable, porque al hacerlo se defiende el derecho básico a la vida.
Referencias
Gallagher L. and Holloway T. (2022). U.S. decarbonization impacts on air quality and environmental justice. Environmental Research Letters, Volume 17, Number 11. https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ac99ef/meta
Rose, R. (2015). Justicia medioambiental y calidad del aire en Santiago de Chile. Rev. salud pública. 17 (3): 337-350, 2015. https://revistas.unal.edu.co/index.php/revsaludpublica/article/view/38465
Gardner-Frolick, R., Boyd, D. and Giang, A.. (2022). Selecting Data Analytic and Modeling Methods to Support Air Pollution and Environmental Justice Investigations: A Critical Review and Guidance Framework. Environ. Sci. Technol. 2022, 56, 5, 2843–2860. https://pubs.acs.org/doi/full/10.1021/acs.est.1c01739
Ramírez, S. J., Galindo, M. G., & Contreras, C. (2015). Justicia ambiental: Entre la utopía y la realidad social. Culturales, 3(1), 225-250. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-11912015000100008&lng=es&tlng=es
Prieto-Flores, M. E.., et al. (2017). Contaminación del aire, mortalidad cardiovascular y grupos vulnerables en Madrid: un estudio exploratorio desde la perspectiva de la justicia ambiental. Revista Scripta Nova, Vol. XXI. Núm. 559. Marzo 2017. https://revistes.ub.edu/index.php/ScriptaNova/article/view/18008/20722