Dióxido de carbono: elemento vital con impacto significativo

El dióxido de carbonoEl dióxido de carbono (CO2) es un gas que se encuentra de manera natural en la atmósfera y desempeña un papel crucial en los procesos vitales del planet...
Leer más (CO2) es un gas que se encuentra de manera natural en la atmósfera y desempeña un papel crucial en los procesos vitales del planeta. Este gas, también conocido como carbono atmosférico, es fundamental para el ciclo de vida de las plantas ya que es absorbido durante la fotosíntesis para convertirse, mediante un proceso fotoquímico, en carbono en sus estructuras de crecimiento vegetal. Este proceso libera oxígeno a la atmósfera, un gas esencial para la respiración de los seres vivos.

El CO2  es un gas incoloro, inodoro y no inflamable que se encuentra repartido naturalmente entre la biosfera, la atmósfera, la hidrosfera (constituida por los océanos mayoritariamente) y la litosfera o capa sólida de la superficie terrestre. El equilibrio de su circulación entre estos cuatro reservorios resulta esencial para la vida en la Tierra. En este sentido, el carbono global, es decir, la cantidad total de carbono presente en la Tierra, incluyendo el carbono sólido, como el que se encuentra en los combustibles fósiles, y el carbono atmosférico, es un indicador importante del estado de salud de nuestro planeta.

A pesar de su presencia omnipresente en nuestra atmósfera, el dióxido de carbono se ha convertido en un tema de gran preocupación ambiental. 

Desde hace 170 años ha sido liberado en cantidades excesivas en el aire por la actividad humana y sus valores se han disparado en las tres últimas décadas. Sus emisiones contribuyen de una manera significativa, junto a otros gases de efecto invernadero, al calentamiento global y al cambio climático. 

Cómo llega el dióxido de carbono al aire

Es importante mencionar que no todo el carbono es igual. Existen diferentes formas de este elemento, cada una con sus propias características y efectos. 

El carbono sólido es el dióxido de carbono almacenado en suelos y rocas. Puede ser liberado a la atmósfera a través de la erosión y la actividad volcánica modificando la proporción de carbono presente en la Tierra o carbono global. Este incluye también el carbono presente en la atmósfera como en la corteza terrestre, los océanos y los seres vivos. El equilibrio entre estos diferentes tipos de carbono es lo que ayuda a mantener la vida en nuestro planeta.

El carbono caliente es una forma de carbono que ha sido sometida a altas temperaturas y presiones, resultando en un material extremadamente resistente y duradero. De manera similar, el carbono comprimido es otra forma de carbono que ha sido sometida a altas presiones, lo que resulta en un material extremadamente denso. Ambas formas de carbono son utilizadas en una variedad de aplicaciones industriales, desde la fabricación de acero hasta la producción de energía.

Por otro lado, el carbono puro es una forma de carbono que no ha sido alterada o mezclada con otros elementos. Este tipo de carbono es muy valorado por su pureza y se utiliza en una variedad de aplicaciones, desde la fabricación de joyas hasta la producción de materiales semiconductores.

Por último, el carbono equivalente es una medida utilizada para comparar las emisiones de diferentes gases de efecto invernadero basándose en su potencial para contribuir al calentamiento global, es fundamental para mitigar el cambio climático. 

El carbono es, a la vez, una herramienta única para conocer la historia de la vida en nuestro planeta gracias a los tres posibles isótopos (12, 13 y 14) con que el carbono se encuentra en la atmósfera y en los seres vivos, que lo incorporamos gracias a la alimentación mientras que las plantas lo hacen  mediante la fotosíntesis. Gracias a la presencia del carbono en las estructuras orgánicas e inorgánicas de cualquier ser vivo es posible determinar el momento en que vivió en la Tierra durante los últimos 60.000 años, el máximo tiempo que permite este sistema de datación. La proporción del carbono-12 es muy estable y, medida con respecto a los cambios que experimenta el carbono-14, un isótopo radioactivo o inestable que va desapareciendo exponencialmente a partir de la muerte del organismo y su molécula es sustituida por nitrógeno, se determina el tiempo que ha transcurrido desde que un organismo murió.  

Dióxido de carbono, elemento vital en los ecosistemas

El CO2, es un gas es emitido naturalmente a través de una serie de procesos biológicos, como la respiración de los seres vivos, y geológicos. Aunque a menudo se asocia con la contaminación y los efectos del cambio climático, por su liberación a partir de la materia orgánica en descomposición y la quema de combustibles fósiles, el dióxido de carbono desempeña a su vez funciones vitales para la vida en nuestro planeta.

Sin embargo, cuando los niveles de CO2 atmosférico se elevan, debido a las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación, puede dar lugar a un exceso de carbono caliente, aquel que ha sido liberado a la atmósfera. Dicho aumento en el carbono atmosférico puede llevar a un aumento en la temperatura del planeta, ocasionando el conocido calentamiento global.

En resumen, es fundamental asumir la importancia del dióxido de carbono y su equilibrio a nivel global. La gestión cuidadosa de los recursos naturales y la reducción de nuestras emisiones de carbono son esenciales para mantener el equilibrio de carbono en nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para todas las formas de vida.

El dióxido de carbono y el efecto invernadero

El CO2 juega un papel fundamental en el fenómeno ambiental conocido como efecto invernadero, un aspecto de gran relevancia en la regulación de la temperatura del planeta debido a su estrecha relación con el calentamiento global.

El dióxido de carbono liberado al aire, junto con otros gases de efecto invernadero como el metanoEl metano, conocido químicamente como CH₄, es un gas dañino para la atmósfera y los seres vivos porque tiene gran capacidad de atrapar el calor. Es po...
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De todos los gases que contribuyen al efecto invernadero, es el CO2 el más abundante de forma natural y, mediante las actividades antropogénicas, su concentración en la atmósfera ha aumentado drásticamente en las últimas décadas. Entre todos estos gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono destaca porque puede permanecer durante décadas en la atmósfera.

El calentamiento global conlleva cambios drásticos en el clima y en algunos lugares provoca situaciones catastróficas. Afecta los patrones de precipitación, causa sequías e inundaciones, y aumenta la frecuencia de eventos climáticos extremos. Además, el carbono atmosférico se absorbe en los océanos, causando acidificación, lo que ocasiona efectos perjudiciales para la vida marina.

Infinidad de riesgos ambientales se ciernen sobre el ser humano y la vida salvaje si no logramos reducir las actuales emisiones de CO2 a la atmósfera.

Las producciones agrícolas se reducirán, el agua potable no estará disponible para gran parte de la humanidad, el nivel del mar subirá y especies y ecosistemas desaparecerán como ya están acusando los arrecifes de coral. Además se iniciarán migraciones masivas impulsadas por los drásticos cambios climáticos que afectarán no solo a la vida silvestre sino a la geopolítica mundial.

El coste económico de los desastres naturales en el mundo no sólo crece en cifras absolutas por el cambio climático, sino que se ha más que duplicado desde la década de 1980 por el peso que representa en el producto interior bruto (PIB), según la OCDE, que espera que esa tendencia continúe en los próximos años.

El grave riesgo e impacto del incremento en el carbono atmosférico resalta la necesidad de tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y así mitigar los efectos del cambio climático para evitar problemas futuros a nivel planetario.

El dióxido de carbono, usos y aplicaciones

Más allá de su papel regulador en el clima global, el dióxido de carbono también tiene una variedad de usos y aplicaciones en la industria. En su estado natural, el dióxido de carbono es un gas difuso. Pero cuando se comprime se convierte en un líquido o sólido supercrítico, dependiendo de la temperatura. Este CO2 comprimido puede ser utilizado como sustancia indispensable en numerosos procesos industriales y científicos debido a sus propiedades únicas como eliminar impurezas y evitar la oxidación en la industria del acero.

En estado comprimido se utiliza en la producción de alimentos y medicamentos, en la fabricación de bebidas carbonatadas, en la extinción de incendios y en la producción de hielo seco; forma sólida del carbono empleada para refrigerar alimentos y medicamentos y en el aire acondicionado por su eficiencia energética.

Además, el dióxido de carbono también tiene aplicaciones en el campo de la medicina, donde se utiliza para crear un ambiente controlado en ciertos tipos de cirugías mínimamente invasivas como la laparoscopia o en procedimientos de tratamiento como la crioterapia.  

El carbono caliente, a su vez, es una forma de carbono que se ha calentado a extremadamente altas temperaturas y se utiliza en la producción de acero y otros materiales. A nivel molecular, el carbono puro es la base de numerosos compuestos orgánicos, desde los combustibles fósiles hasta transformarse en plásticos y medicamentos.

En el sector energético, el CO2 comprimido se utiliza en la recuperación mejorada de petróleo y gas. Una técnica que permite extraer más hidrocarburos de los yacimientos de petróleo y gas natural. En la ciencia, el dióxido de carbono comprimido es una herramienta valiosa para el estudio del carbono atmosférico, el carbono global y otros aspectos del ciclo del carbono.

En resumen, aunque el dióxido de carbono es más conocido por su papel en el cambio climático, también tiene una amplia gama de usos en la industria y la ciencia. Como tal, es esencial para la economía global y la vida tal como la conocemos y su demanda es previsible que siga creciendo en el futuro debido a sus numerosas aplicaciones y beneficios.

Efecto del dióxido de carbono en el cuerpo humano

El CO2 en niveles normales no es tóxico para las personas y juega un papel crucial en la regulación del pH y presión de la sangre, y la respiración. Sin embargo, la exposición a niveles elevados de CO2 puede provocar efectos nocivos como dolores de cabeza, mareos, espasmos musculares, dificultades respiratorias y cardiovasculares, incluso pérdida de conciencia y, en casos extremos, la muerte por asfixia.

Estos efectos son resultado de la disminución del oxígeno en la sangre debido a la presencia elevada de dióxido de carbono. Por tanto, es vital mantener un equilibrio en la concentración de CO2 atmosférico. A la vez, es importante mantener un entorno donde predomina el equilibrio de carbono, incluyendo carbono sólido, carbono caliente, carbono puro y carbono comprimido, para un funcionamiento óptimo del cuerpo.

¿Cómo reducir las emisiones de dióxido de carbono?

En el escenario actual, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono se ha convertido en una cuestión ambiental prioritaria a nivel global para prevenir una gran diversidad de riesgos e impactos a futuro. La implementación de soluciones sostenibles que ayuden a reducir las emisiones de dióxido de carbono es esencial. 

Estas soluciones no sólo deben centrarse en reducir la cantidad de carbono puro liberado en la atmósfera, sino también en gestionar eficientemente el carbono global para mantener el equilibrio de carbono en nuestro planeta.

 Una de las formas más efectivas de reducir las emisiones de CO2 es a través de la captura y almacenamiento de carbono. Este proceso implica la captura de CO2 atmosférico liberado por fuentes industriales y su posterior almacenamiento en formaciones geológicas subterráneas. Esta transformación del carbono atmosférico a carbono sólido puede ayudar a reducir significativamente la concentración de CO2 en la atmósfera.

Según estudios recientes realizados por el CSIC con investigadores del IDAEA e IMEDEA (CSIC-UIB) inyectar miles de millones de toneladas de CO2 atmosférico bajo tierra posee un riesgo bajo de escapar a la superficie terrestre. Un almacenamiento geológico que puede emplearse como método seguro para mitigar el cambio climático. Es un proceso en desarrollo que ya cuenta con la primera planta de almacenamiento de CO2 de la atmósfera bajo tierra en Islandia.

De igual manera se pueden implementar las reforestaciones y plantaciones de árboles que son esenciales para la captura natural de CO2

Los árboles y las plantas absorben el CO2 de la atmósfera y lo utilizan para realizar la fotosíntesis. Por lo tanto, la plantación de más árboles puede ayudar a reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera y, por ende, mitigar el calentamiento global.

Otra solución sostenible es la utilización de energías renovables como la solar y la eólica, en lugar de combustibles fósiles, que no emiten CO2 en su producción. Este cambio puede reducir la cantidad de carbono caliente liberado a la atmósfera y, al mismo tiempo, asegurar una fuente de energía sostenible para el futuro.

Además, se pueden implementar prácticas de gestión de carbono comprimido, como la mejora de la eficiencia energética y la optimización de los procesos industriales para minimizar la liberación de carbono equivalente. Estas soluciones no sólo ayudan a reducir las emisiones de dióxido de carbono, sino que también contribuyen a un futuro más sostenible y respetuoso con el medioambiente.

Herramientas para medir el dióxido de carbono

En el actual escenario de crisis climática originada por la actividad humana, la medición precisa del dióxido de carbono es de vital importancia para mitigar el calentamiento global ya que el carbono desempeña un papel preponderante para regular la temperatura y con ello el futuro de la vida en el planeta.

La medición del CO2 se lleva a cabo a través de diversas herramientas y técnicas, todas diseñadas para proporcionar la máxima precisión y fiabilidad.

Una de las técnicas más comunes para medir el CO2 es la espectroscopia de infrarrojos. Detecta y mide la presencia de este gas basándose en el carbono caliente y su capacidad de absorber la luz infrarroja. De igual manera la espectrometría de masas es ampliamente utilizada mediante el desarrollo de un proceso químico para separar las moléculas del gas en iones en función de su masa y carga. Para medir la cantidad de CO2 en un volumen específico de aire se utiliza el carbono comprimido. 

A nivel atmosférico, los sistemas de medición de dióxido de carbono de Kunak han demostrado su precisión. Múltiples estudios, así como evaluaciones independientes a las que han sido sometidos, los sitúan entre  los mejores sensores existentes a nivel internacional en la actualidad. Se basa en que el cartucho de dióxido de carbono lleva incorporado un sensor de infrarrojos no dispersivo (NDIR) que le proporciona capacidad para medir un rango amplio, desde las bajas a altas concentraciones del CO2 atmosférico. 

Su calibración automática le confiere estabilidad a largo plazo sin ser vulnerable a la humedad, la temperatura y la presión. Compensar y mitigar los efectos de estas variables ambientales se consigue mediante el algoritmo integrado Kunak, capaz de calcular las concentraciones de CO2 localmente y en tiempo real sin necesidad de disponer de datos de referencia externos.

No obstante, la medición del CO2 es solo una parte de la ecuación. En nuestras manos está el tomar medidas para reducir las emisiones de este gas a la atmósfera si queremos preservar la salud del planeta y con ello nuestro éxito de supervivencia como especie.

Equilibrar el CO2 en el ambiente

Aparte de los satélites más avanzados que miden la concentración de CO2 desde el espacio a nivel global, resulta imprescindible calcular la huella de carbonoLa huella de carbono es un indicador ambiental que sirve para medir el impacto que nuestras actividades tienen sobre el medioambiente debido a las emisione...
Leer más. Conocerla es esencial para enfrentar la mitigación del CO2 presente en la atmósfera. Ya que el dióxido de carbono es el gas que, por su mayor proporción atmosférica, es empleado para calcular la huella de carbono y su impacto en el calentamiento global.

La transición del mundo hacia una economía adaptada al cambio climático va de la mano de una economía mundial baja en carbono.

“Los costos del cambio climático son potencialmente muy grandes, y los cálculos del costo social del carbono deberían reflejar los impactos en todo el mundo y en las generaciones futuras, que podrían verse empobrecidas si no actuamos. Nicholas Stern. 

Aunque el CO2 es un gas esencial para la vida y la respiración de las personas lo produce naturalmente, es adecuado regular sus emisiones atmosféricasLas emisiones atmosféricas son sustancias contaminantes vertidas al aire cuyo origen se fundamenta principalmente en actividades humanas como la industria...
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y controlar  su presencia en espacios interiores. Resulta imprescindible ventilar dichos ambientes periódicamente para que el aire se renueve y con ello cuidar la salud mientras permanecemos en espacios sanos y seguros.

 A nivel ambiental hay que recuperar el equilibrio del CO2 a nivel planetario tal y como ha vivido la especie humana durante miles de años, antes de la era industrial, gracias a la proporción armónica entre la respiración de los seres vivos y la captación de dióxido de carbono que realizan las plantas mediante la fotosíntesis. Para lograrlo es necesario que los grandes focos de emisiones como las actividades industriales y la agricultura, centradas en procesos más eficientes y sostenibles, avancen hacia las emisiones netas nulas.