PUNTOS DESTACADOS
- La COP26 de Glasgow (Reino Unido) se celebrará (salvo cancelación de última hora derivada de la pandemia) entre el 1 y el 12 de noviembre de 2021.
- El impacto de los incendios forestales sobre el cambio climático y la salud humana será uno de los temas presente en la conferencia.
- La monitorización de la calidad del aire apoyándose en tecnologías como las que ofrece Kunak debe considerarse una parte de la solución.
La Conferencia de las Partes COP26 «tiene que ser el momento en el que consigamos que esto funcione». Así de rotundo se mostraba Alok Sharma, presidente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, ante la urgencia que supone el evento de noviembre en Glasgow (Reino Unido).
La prioridad, mantener vivo el objetivo de limitar el incremento de la temperatura global en 1,5 ºC acordado en París en 2015.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
La respuesta es fácil: contaminando.
Todo empezó con la Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII. Este hito supuso el inicio de un crecimiento sustentado en el consumo masivo de combustibles fósiles. Pero la cantidad de carbono liberado por su quema, junto con la modificación en los usos del suelo y la destrucción de sumideros naturales, ha terminado por quebrar el equilibrio atmosférico.
El resultado, un cambio climático que se está produciendo a una escala y velocidad que no se explica si solo tenemos en cuenta los ciclos naturales y que lleva impresa la indeleble huella de la actividad humana. El Sexto Informe de Evaluación del IPCC publicado en agosto de 2021 afirma, de hecho, que la influencia humana ha calentado el clima a un nivel nunca visto en los últimos 2000 años.
Contaminación del aire y cambio climático, dos caras de la misma moneda
Una de las conclusiones que se puede extraer de los párrafos anteriores es que el modelo energético que mueve el mundo representa un problema.
La relación es evidente: a mayor cantidad de combustibles fósiles, más emisiones de CO2 y partículas en suspensión que terminan por perturbar el clima. Pero muchos de estos también repercuten sobre la calidad del aire. Un caso paradigmático, el material particulado. Su comportamiento como explicaremos, es realmente sorprendente ya que genera efectos positivos sobre el clima pero negativos sobre la salud humana.
Así pues, la contaminación del aire y el cambio climático tienen un origen común. Y aunque difieren en muchos otros aspectos (el ámbito de afección, por ejemplo), medidas a corto plazo como la sensibilización ambiental o el control de las emisiones pueden ayudar a hacer frente a ambos problemas.
La paradoja de las partículas en suspensión
Para ilustrar hasta qué punto se interrelacionan contaminación y cambio climático, vamos a poner un ejemplo: un incendio forestal.
Los incendios que este año están asolando amplias zonas de Siberia, Estados Unidos o Grecia liberan CO2 a la atmósfera. El dióxido de carbono es uno de los principales gases de efecto invernadero que hace que la temperatura del planeta se incremente. Y este calor contribuye a aumentar la evapotranspiración y acentuar la sequía, dos condiciones idóneas para el fuego. Así que, en este caso, se establece un claro círculo vicioso.
Ahora bien, ¿qué ocurre con las partículas en suspensión? Cuando explicamos nuestra participación en el Wildland Fire Sensor Challenge, un reto en el que tuvimos oportunidad de demostrar la utilidad de nuestros sensores de partículas, ya detallamos que el material particulado es una de las principales emisiones de un incendio. De hecho, si el humo es visible es por las partículas que flotan en la atmósfera.
¿Qué efecto tienen estas partículas sobre el clima? El humo, en general, reduce la cantidad de radiación que llega a la superficie terrestre. No obstante, se aprecian ciertas diferencias. Así y en función del tipo de biomasa en combustión, sus propiedades ópticas pueden variar (1). De este modo (2),
- pastizales cálidos y secos como los que abundan en África o Australia, generan un humo oscuro, con mayor concentración de negro de carbono, que tiende a absorber más calor, y
- bosques boreales fríos y húmedos como los que cubren amplias áreas de Estados Unidos o Asia liberan un humo más claro o brillante que absorbe menos calor.
Obviamente, la solución al calentamiento global no pasa por incentivar la quema del monte, independientemente de los beneficios que sugieren los modelos empleados en los estudios. Al fin y al cabo, la exposición al humo puede generar múltiples problemas sobre la salud, especialmente en los colectivos más vulnerables. Al final, los más de 8 millones de personas que fallecen cada año a consecuencia de la contaminación del aire son un triste recordatorio.
¿Cómo salimos de esta?
Teniendo en cuenta lo explicado hasta el momento, la monitorización de la calidad del aire debería ser parte de la solución.
En este sentido, la tecnología que ofrecemos desde Kunak permite monitorizar la contaminación y variables ambientales en tiempo real, proporcionando datos precisos para tomar las decisiones más adecuadas en el momento en el que realmente importan.
Es una idea y un compromiso que ya tratamos de transmitir en la Conferencia de las Partes COP25 de Madrid de 2019, cuando explicamos que la innovación abierta debe ayudarnos a:
- hacer más comprensible la información relativa a la calidad del aire de forma tal que favorezca un cambio en los hábitos personales;
- involucrar a las zonas urbanas e industriales en la medición, control y reducción de los niveles de contaminación;
- posibilitar que países de ingresos medios y bajos accedan a las tecnologías de monitorización, e
- impulsar la innovación de sistemas de medición fiables y de calidad.
Conclusión
La próxima Conferencia de las Partes de noviembre dirigirá todas las miradas hacia Glasgow. Las delegaciones allí reunidas deberán tratar temas espinosos como la financiación, demostrar un compromiso inquebrantable en la lucha frente al cambio climático y plantear soluciones globales efectivas.
Pero estamos convencidos de que también habrá sitio para los conceptos que manejamos en nuestro día a día: calidad del aire, innovación y tecnología disruptiva. Porque al final, todas las acciones contribuyen al objetivo final de reducir los impactos más graves del cambio climático. Y ahí también vas a encontrar a Kunak.
Fuentes consultadas:
- (1) Brown, H., Liu, X., Pokhrel, R., Murphy, S., Lu, Z., & Saleh, R. et al. (2021). Biomass burning aerosols in most climate models are too absorbing. Nature Communications, 12(1) https://doi.org/10.1038/s41467-020-20482-9
- (2) Yu, P., Davis, S., Toon, O., Portmann, R., Bardeen, C., & Barnes, J. et al. (2021). Persistent Stratospheric Warming Due to 2019–2020 Australian Wildfire Smoke. Geophysical Research Letters, 48(7). https://doi.org/10.1029/2021gl092609