Pese a ser lugares con fama de prístinos, las islas del mundo, desde Hawái y el Caribe hasta las situadas en el Pacífico Sur y el Mediterráneo, enfrentan desafíos crecientes respecto a la calidad del aireLa calidad del aire se refiere al estado del aire que respiramos y su composición en términos de contaminantes presentes en la atmósfera. Se considera b...
Leer más. Un estudio mundial de IQAir destaca que apenas un reducido número de territorios insulares (Nueva Zelanda, Australia, Islandia y ciertas islas caribeñas entre ellos) mantienen actualmente niveles de contaminantes por debajo de los límites sugeridos por la OMS. Mientras que la mayoría de estas islas ya experimentan aumentos críticos de PM2,5 y otros compuestos atmosféricos debido a la contaminación surgida desde fuentes locales y globales, como el transporte marítimo y la quema de combustibles fósiles.
Concretamente en el Caribe, nueve de veintitrés territorios han visto cómo se ha incrementado la contaminación desde 2024; Hawái, donde los episodios de vog (esmogEsmog, qué hay detrás de esa densa niebla
El esmog es una mezcla de contaminantes atmosféricosLa contaminación del aire causada por los contaminantes atmosféricos constituye uno de los problemas ambientales más críticos y complejos a los que nos...
Leer más que se acumulan en la atmósfera, especialmente en área...
Leer más volcánico) y la llegada de contaminantes transportados por el viento desde Asia cada vez más constantes han de ser monitorizados por sistemas avanzados de sensores; e islas del Pacífico Sur como Vanuatu y Fiji, ya empiezan a registrar niveles de contaminantes ligados al tráfico marítimo y la combustión producida a larga distancia.
No obstante, las nuevas tecnologías de monitorización de la calidad del aireControlar la calidad del aire es una tarea esencial para disfrutar de unas óptimas condiciones ambientales que favorezcan un saludable desarrollo humano y...
Leer más, como las redes de sensores avanzados y los sistemas de análisis predictivo, se están desplegando en puertos como el de Nassau, permitiendo el seguimiento en tiempo real de la presencia de compuestos contaminantes atmosféricos y facilitando la respuesta rápida cuando se producen incrementos peligrosos de contaminación del aire.
En el presente artículo analizamos este patrón global que evidencia que la vigilancia científica y el desarrollo tecnológico están estrechamente vinculados porque son la clave para entender y proteger la calidad del aire en los entornos insulares. Analizamos la importancia de la calidad del aire en las islas y destinos remotos, las implicaciones que un aire contaminado suponen para la biodiversidad y el turismo sostenible, y cómo las nuevas tecnologías de monitorización pueden ayudar a proteger esos entornos únicos. La cooperación internacional para vigilar la calidad del aire en islas y la adopción de tecnologías de monitorización avanzada son tendencia en 2025, y son el fundamento para tomar decisiones estratégicas con las que preservar los paraísos isleños.

Vegetación autóctona en costa insular.
Por qué la calidad del aire importa en entornos insulares y remotos
Los sistemas insulares presentan una elevada vulnerabilidad ecológica y una capacidad limitada de resiliencia y adaptación frente a las perturbaciones ambientales. Debido a su configuración geográfica, estos territorios funcionan como sistemas atmosféricos parcialmente cerrados, caracterizados por una baja tasa de renovación del aire y una limitada dispersión de contaminantes. Una condición ambiental peculiar que favorece la acumulación de emisiones antropogénicas, provenientes de fuentes como la actividad portuaria, el transporte terrestre o la generación energética.
Las islas como ecosistemas frágiles
La composición atmosférica en territorios insulares está condicionada por la interacción entre la presión antrópica derivada de actividades humanas y las variables meteorológicas locales. En escenarios de estabilidad atmosférica o inversión térmica, se reduce la capacidad de mezcla vertical del aire, lo que favorece la acumulación de contaminantes en la capa superficial. Este fenómeno incrementa las concentraciones de óxidos de nitrógeno (NOx), dióxido de azufre (SO2)El dióxido de azufre (SO2) es un gas incoloro de aroma penetrante y que produce una sensación irritante similar a cuando falta el aire para respirar. Su ...
Leer más y material particulado (PM10, PM2,5), con implicaciones negativas para la salud pública, la biodiversidad terrestre y los ecosistemas marinos.
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Contaminación atmosférica en áreas remotas e islas tropicales
En islas de pequeña escala y localización remota, el sistema energético suele depender mayoritariamente de la combustión de hidrocarburos fósiles. Una vulnerabilidad energética que conlleva la generación de emisiones significativas de gases contaminantes y de efecto invernadero. Esta situación se ve agravada por el elevado tráfico marítimo y aéreo vinculado al turismo, que contribuye adicionalmente a la carga atmosférica de compuestos nocivos. La limitada superficie terrestre y la escasa circulación atmosférica dificultan la dispersión de estos contaminantes, intensificando su impacto ambiental.
Incluso en territorios geográficamente aislados, se registran concentraciones significativas de contaminantes atmosféricos como ozono troposférico (O3)
Leer más, material particulado fino (PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2)El dióxido de nitrógeno (NO2) es un gas contaminante cuya presencia en la atmósfera se debe principalmente al uso de combustibles fósiles en los vehíc...
Leer más y amoníaco (NH3)Invisible pero poderoso: el amoníaco (NH3) es un gas incoloro que, aunque se encuentra de forma natural en la atmósfera en pequeñas cantidades, puede co...
Leer más. Este último desempeña un papel clave como precursor químico en la formación de partículas secundarias, como los nitratos y sulfatos de amonio, que afectan la calidad del aire y la visibilidad. Estos compuestos pueden ser transportados a larga distancia mediante procesos de circulación atmosférica, especialmente desde zonas continentales con alta carga emisiva. Estudios de monitorización ambiental realizados en archipiélagos europeos y del Pacífico evidencian que el aislamiento geográfico no constituye una garantía de calidad del aire, lo que subraya la necesidad de implementar estrategias de vigilancia y mitigación incluso en entornos considerados de baja presión antrópica.
En consecuencia, la preservación de la calidad del aire en entornos insulares constituye una prioridad estratégica por sus implicaciones ambientales, sanitarias y socioeconómicas. Para ello, es imprescindible implementar sistemas de monitorización continua, fomentar el uso de tecnologías energéticas limpias y adoptar modelos de planificación territorial sostenibles. En estos contextos, la atmósfera actúa como un indicador crítico del equilibrio ecológico y de la capacidad de resiliencia del sistema insular.

Barco recreativo dirigiéndose hacia una isla
Principales fuentes de contaminación del aire en las islas
Emisiones locales: energía, transporte y residuos
Las islas enfrentan un peculiar reto ambiental debido a su dependencia predominante de combustibles fósiles para generar energía eléctrica, dada la limitada infraestructura y los recursos renovables disponibles. La quema de derivados del petróleo genera emisiones significativas de dióxido de azufre (SO2), dióxido de carbono (CO2)El dióxido de carbono (CO2) es un gas que se encuentra de manera natural en la atmósfera y desempeña un papel crucial en los procesos vitales del planet...
Leer más y óxidos de nitrógeno (NOx), contribuyendo notablemente a la contaminación atmosférica local. Este escenario se agrava con el intenso tráfico marítimo y aéreo, en particular vinculado a la actividad turística, que añade cargas adicionales de gases contaminantes y material particulado, afectando la calidad del aire y elevando la carga ambiental sobre los ecosistemas insulares más sensibles.
El suministro energético en muchas regiones todavía depende en gran medida de la quema de combustibles fósiles para la generación eléctrica y el transporte, lo que resulta en emisiones localizadas significativas de óxidos de nitrógeno (NOx), óxidos de azufre (SOx) y amoníaco (NH3). Estas emisiones no solo afectan la calidad del aire ambiental inmediata, sino que también contribuyen a procesos atmosféricos complejos que generan contaminantes secundarios como partículas finas, dañinas para la salud humana y los ecosistemas. La gestión de estas fuentes locales es crítica para reducir la carga contaminante en áreas geográficamente limitadas y sensibles. USEPA (2016). Integrated science assessment for oxides of nitrogen, oxides of sulfur, and ammonia.
Otro factor crítico para la contaminación en las islas son las emisiones derivadas de la quema de residuos sólidos y orgánicos, práctica común en muchas islas debido a las limitaciones en la gestión y reciclaje de los desechos. Esta actividad libera amoníaco (NH3) y otros contaminantes secundarios que, al reaccionar en la atmósfera, generan partículas finas persistentes que impactan en la salud y el entorno. Además, las prácticas agrícolas, aunque en menor escala, contribuyen también con emisiones de NH3 y otros gases que favorecen la eutrofización y la alteración química del suelo y masas de agua.
Así ocurre en algunas islas del Mediterráneo, como Mallorca e Ibiza, donde el incremento del turismo y la quema de residuos sólidos impacta en la atmósfera local. La limitada extensión y la configuración geográfica dificultan la dispersión atmosférica, generando acumulación de contaminantes, lo que se traduce en episodios críticos durante épocas de condiciones meteorológicas adversas.
Otros casos de contaminación atmosférica en islas
Fenómenos similares al observado en las islas del Mediterráneo se registran en múltiples regiones insulares del mundo. En la mayoría de los casos, la gestión inadecuada de residuos, las prácticas agrícolas intensivas y la limitada dispersión atmosférica favorecen la acumulación de contaminantes como el amoníaco (NH3), los óxidos de nitrógeno (NOx) y el material particulado (PM2,5 y PM10). Estos factores, junto con condiciones meteorológicas locales, generan episodios recurrentes de mala calidad del aire.
A continuación se presentan algunos ejemplos relevantes:
Islas del Caribe (Barbados, Guadalupe, Martinica)
En esta región, la quema de residuos sólidos y vegetales y el uso de fertilizantes nitrogenados en cultivos de caña de azúcar y banano generan importantes emisiones de amoníaco (NH3) y partículas finas. El Caribbean Institute for Meteorology and Hydrology (CIMH, 2021) ha registrado concentraciones elevadas de contaminantes durante los periodos secos, agravadas por el transporte de polvo sahariano, que actúa como catalizador químico y reduce aún más la calidad del aire regional.
Islas Canarias (España)
Los estudios del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC, 2020) y la AEMET demuestran que la quema de residuos agrícolas y forestales, combinada con los episodios recurrentes de calima, incrementa las concentraciones de material particulado (PM10 y PM2,5) y amoníaco (NH3) en la atmósfera. La compleja orografía del archipiélago y las inversiones térmicas frecuentes limitan la ventilación natural, favoreciendo la acumulación de contaminantes sobre las áreas urbanas y turísticas. Además, la concentración de tráfico marítimo y aéreo asociado al turismo intensifica las emisiones de NOx y SO2, contribuyendo a episodios frecuentes de deterioro en la calidad del aire urbano y periurbano.
A ello se suma la intrusión anual de polvo sahariano, que transporta no solo partículas minerales sino también contaminantes antropogénicos procedentes de Europa y el norte de África, generando un cóctel complejo de gases y aerosoles nocivos. Este fenómeno tiene paralelismos con el Mediterráneo, donde los vientos dominantes y el transporte atmosférico regional facilitan la deposición de contaminantes industriales y agrícolas en las islas, afectando tanto a la salud de la población local como al equilibrio de los ecosistemas insulares.
Aproximadamente 20 millones de toneladas de polvo del Sahara pueden ser transportadas a las islas del Caribe cada año como resultado de los vientos alisios del Atlántico Norte. Garrison et al., 2014; Prospero et al., 2008.
Las emisiones de gases volcánicos en las islas también añaden un importante desafío ambiental, ya que la actividad volcánica libera compuestos como dióxido de azufre (SO2), gases ácidos y partículas que pueden afectar la salud de la población y los ecosistemas locales. La monitorización en estos entornos resulta crítica, pues los episodios eruptivos pueden ser impredecibles y los habitantes de las islas están especialmente expuestos por la cercanía a los focos emisores. Así ocurrió en la isla canaria de La Palma en 2021, cuya erupción volcánica puso de manifiesto la enorme cantidad de gases volcánicos liberados en el entorno insular, con emisiones de dióxido de carbono (CO2) y dióxido de azufre (SO2) que superaron, en apenas semanas, las emisiones humanas anuales de todo el archipiélago canario.
Ante esta situación de emergencia, la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) resultó decisiva: el despliegue de equipos especializados y sensores permitió monitorizar la calidad del aire y evaluar en tiempo real los riesgos asociados a los gases tóxicos, contribuyendo a proteger a la población y facilitando el retorno seguro a las zonas evacuadas. Este tipo de dispositivos, como los destacados por Kunak Technologies en la isla, fueron esenciales para visibilizar la severidad del impacto volcánico y garantizar una respuesta eficaz frente a tal amenaza ambiental.
Hawái (Estados Unidos)
En el archipiélago hawaiano, la contaminación atmosférica proviene tanto de la quema de residuos orgánicos y agrícolas como de la actividad volcánica. El Hawaii Department of Health (2019) documentó que los gases SO2, NH3 y aerosoles secundarios contribuyen a episodios de vog (esmog volcánico), reduciendo la visibilidad y afectando la salud respiratoria. Estos fenómenos se agravan durante los periodos de baja ventilación y alta humedad, especialmente en las islas de Hawái y Maui.
Islas del Sudeste Asiático (Filipinas, Indonesia)
En países como Filipinas e Indonesia, la quema de biomasa y residuos agrícolas sigue siendo una práctica común en áreas rurales e insulares. Según la Asian Development Bank (ADB, 2022), estas actividades generan concentraciones críticas de amoníaco, compuestos orgánicos volátiles (COVs) y PM2,5, especialmente durante la estación seca. Los vientos regionales transportan estos contaminantes hacia áreas costeras y urbanas, afectando la salud pública y la actividad turística.
Islas del Pacífico Sur (Fiyi, Samoa)
El Pacific Regional Environment Programme (SPREP, 2020) ha señalado que la dependencia de vertederos abiertos y la escasa infraestructura de gestión de residuos son fuentes significativas de emisiones de amoníaco (NH3) y metano (CH4). Estas emisiones no solo deterioran la calidad del aire, sino que también contribuyen al efecto invernadero y a la eutrofización de las aguas costeras, afectando la biodiversidad marina.
En conjunto, estos casos demuestran que los problemas de contaminación atmosférica en islas son globales, y que la combinación de factores locales como una limitada ventilación, la alta densidad poblacional y las malas prácticas de gestión exige la implementación de redes de monitorización y estrategias integradas de sostenibilidad para proteger tanto la salud pública como los ecosistemas insulares.

Barcos de crucero amarrados en una isla.
Contaminantes importados y de largo recorrido
En entornos insulares y remotos, los contaminantes atmosféricos no solo provienen de fuentes locales, sino que también pueden llegar desde continentes lejanos o transitar por rutas marítimas, recorriendo miles de kilómetros antes de asentarse en estas zonas. Un ejemplo emblemático de contaminación de largo recorrido es el polvo sahariano, que periódicamente transporta partículas minerales desde el desierto del Sáhara. Estas partículas, conocidas localmente como «calima«, afectan la calidad del aire y pueden elevar significativamente los niveles de partículas en suspensión (PM10), con impactos notorios en la salud de los habitantes, así como afectan a la visibilidad atmosférica.
Además del polvo mineral, aerosoles industriales y compuestos nitrogenados como el amoníaco (NH3) y óxidos de nitrógeno (NOx) también pueden ser transportados por corrientes atmosféricas desde zonas continentales industriales o agrícolas hasta las islas. Una vez alcanzadas las islas, donde la dispersión de contaminantes está limitada por su geografía y condiciones meteorológicas, los contaminantes de largo alcance se suman a las emisiones locales, elevando la carga contaminante y generando episodios críticos de mala calidad del aire.
En conjunto, estos procesos de transporte a larga distancia ponen en evidencia la importancia de la cooperación regional e internacional en la gestión de la calidad del aire, pues las islas, pese a su aislamiento geográfico, no están exentas de las consecuencias de la contaminación global.
Emisiones volcánicas y su impacto en la calidad del aire insular
La actividad volcánica es una fuente natural significativa de contaminación atmosférica en numerosos archipiélagos del mundo. Gases como el dióxido de azufre (SO2), el dióxido de carbono (CO2), el fluoruro de hidrógeno (HF) y el sulfuro de hidrógeno (H2S) se liberan durante las erupciones o las fases de desgasificación pasiva, alterando la composición del aire y generando fenómenos como la lluvia ácida o el conocido vog (smog volcánico).
En regiones como Canarias, Hawái o Islandia, la exposición prolongada a estos gases afecta tanto a la salud respiratoria de la población como a la visibilidad atmosférica, impactando el turismo y las actividades económicas locales. Además, las partículas de ceniza volcánica pueden combinarse con contaminantes antropogénicos, amplificando su efecto sobre la calidad del aire y la radiación solar.
Por ello, las redes de monitorización ambiental continua son esenciales para cuantificar estas emisiones, evaluar riesgos y emitir alertas tempranas. La integración de sensores para gases volcánicos en sistemas como Kunak AIR Pro permite analizar de forma conjunta las fuentes naturales y humanas de contaminación, aportando una visión completa de la calidad del aire en entornos insulares.

Gaviotas y paseo turístico en litoral insular.
Impacto en la biodiversidad y la sostenibilidad turística
Efectos en los puntos calientes de biodiversidad
Muchas islas son verdaderos puntos calientes o hotspots de biodiversidad, porque albergan una gran riqueza biológica con especies endémicas, pero muchos de sus ecosistemas son altamente vulnerables ante la contaminación atmosférica. Por ejemplo, la presencia de niveles elevados de ozono troposférico (O3) y partículas en suspensión(PM2,5, PM10) puede causar daños significativos en la vegetación autóctona, afectar a los arrecifes de coral y alterar la composición y actividad de los microorganismos del suelo, seres fundamentales para el equilibrio ecológico insular.
En las Islas Canarias, por ejemplo, el aumento de partículas en suspensión provenientes principalmente de la calima sahariana y la contaminación industrial transfronteriza del norte de África, además de las emisiones locales y la sal marina, ha generado un impacto directo sobre la biodiversidad terrestre y marina, como ha evidenciado el Laboratorio de Calidad del Aire de Canarias (AirCanLab). Según los estudios realizados, estos episodios incrementan hasta veinte veces las concentraciones normales de contaminantes, afectando a los ecosistemas insulares más frágiles y planteando importantes desafíos para la conservación de la biodiversidad.
Las directrices mundiales de calidad del aire de la OMS aconsejan que las concentraciones medias anuales de PM2,5 no deben superar los 5 µg/m³, las de PM10 los 15 µg/m³, y el promedio estacional de O3 no debe exceder los 60 µg/m³ para minimizar los riesgos en la salud humana y el impacto sobre los ecosistemas naturales. Estudios recientes demuestran que incluso reducciones menores en la exposición a estos contaminantes pueden traducirse en beneficios sustanciales para la salud y la biodiversidad, ya que los efectos adversos se observan incluso en niveles inferiores a los límites tradicionales.Organización Mundial de la Salud (OMS) 2021. WHO global air quality guidelines.

Mangle en litoral insular al atardecer.
Turismo sostenible y contaminación del aire
Desde una perspectiva turística, la calidad del aire es un factor esencial para la sostenibilidad de la actividad. Los ecosistemas saludables no solo mantienen la riqueza natural que atrae a los visitantes, sino que la mala calidad del aire puede reducir la percepción del entorno, disminuir el atractivo y aumentar los riesgos para la salud de residentes y turistas. Por ello, garantizar y mejorar la calidad ambiental en las islas es vital para conservar los atractivos turísticos únicos, proteger la biodiversidad y mantener la viabilidad económica basada en el turismo sostenible.
El turismo es la principal actividad económica en la mayoría de las regiones insulares. Sin embargo, el turismo intensivo incrementa las emisiones derivadas del transporte, la energía y los residuos. La demanda de destinos con aire limpio y viajes ecológicos crecen en el sector turístico a medida que los turistas viajan más concienciados en busca de experiencias más sostenibles.
A los impactos en la calidad del aire insular se ha sumado en la última década la acumulación masiva de sargazo en las costas insulares tropicales. Un reto ambiental que impacta directamente la sostenibilidad turística y la calidad del aire generando malos olores. El sargazo al descomponerse emite gases tóxicos, como sulfuro de hidrógeno y amoníaco, que deterioran la percepción ambiental de los destinos turísticos, afectan la salud de residentes y visitantes, y dañan los ecosistemas costeros y la biodiversidad local. Además, la presencia de sargazo reduce el atractivo de las playas, disminuyendo el flujo de turistas y perjudicando la economía regional.
Ante los impactos en la biodiversidad y la sostenibilidad turística, las soluciones tecnológicas como las aportadas por los sensores de las estaciones Kunak AIR Pro permiten una monitorización continua y precisa de los contaminantes del aire, apoyando políticas locales que promueven un turismo más sostenible y un aire más limpio para habitantes insulares y visitantes que buscan el disfrute pleno de los atractivos isleños.

Monitorización de gases tóxicos por Sargazo en el Caribe para protección ambiental y turística
Monitorización y medición de la calidad del aire en islas remotas
En entornos insulares y remotos, la monitorización precisa y continua de la calidad del aire es esencial para entender y gestionar la contaminación atmosférica.
Métodos tradicionales frente a sistemas inteligentes
Los métodos convencionales de monitorización de la calidad del aire, como los captadores pasivos o la cromatografía de gases, ofrecen una alta precisión analítica; sin embargo, presentan limitaciones importantes, además de incluir la necesidad de mantenimiento periódico y la imposibilidad de proporcionar datos en tiempo real, aspectos críticos en zonas donde el acceso y la logística son complejos.
En contraste, los sistemas más avanzados de monitorización ambiental basados en tecnologías IoT, como las estaciones de monitorización Kunak, proporcionan una solución óptima para estos escenarios insulares. Estas estaciones permiten una alta resolución temporal en la captura de datos, ofreciendo monitorización continua y en tiempo real de una amplia gama de contaminantes atmosféricos, tales como CO, NO2, SO2, NH3, ozono y partículas en suspensión (PM1, PM2,5, PM10), además de analizar las variables meteorológicas clave como la temperatura, humedad y presión atmosférica.
Una ventaja destacada de las estaciones Kunak es su innovador sistema de cartuchos inteligentes que permite calibración remota, bajo consumo energético y alta durabilidad y facilita las tareas de mantenimiento gracias a su sistema plug & play de reemplazo sencillo de los cartuchos sin necesidad de enviarlo a fábrica, ideal para su despliegue en regiones aisladas. Esto evita interrupciones en la monitorización y garantiza datos fiables y continuos para la toma de decisiones ambientales.

El sargazo cuando flota en el océano es fuente de alimento, refugio y reproducción para la vida marina pero en la orilla litoral supone una amenaza para los ecosistemas litorales.
Ejemplo de estudio: evaluación de la calidad del aire en una isla remota
La monitorización de la calidad del aire en islas tropicales es fundamental para identificar con precisión las fuentes de contaminación específicas que afectan a estos entornos únicos. Este tipo de estudios permiten cuantificar los efectos directos e indirectos de la contaminación del aire en la calidad ambiental, el turismo sostenible y en la salud pública local.
Asimismo, ofrecen una base sólida para diseñar medidas de gestión ambiental efectivas y adaptadas a las necesidades particulares de cada isla. Los sensores inteligentes de Kunak resultan ideales para estos proyectos, ya que son capaces de recopilar datos fiables y en tiempo real, incluso en ubicaciones remotas y de difícil acceso, facilitando así un seguimiento continuo y detallado de los contaminantes presentes.
Sargazo: problemas ambientales y monitorización del impacto
Un ejemplo de aplicación práctica de esta tecnología es el estudio sobre el impacto ambiental del sargazo en las costas tropicales, donde la monitorización realizada con estaciones Kunak ha sido clave para evaluar las condiciones atmosféricas y ayudar a mitigar los problemas ambientales asociados. Este proyecto ha demostrado cómo la tecnología avanzada puede contribuir a gestionar de manera más eficiente desafíos ambientales complejos en zonas insulares.
Estudio de la contaminación atmosférica en el océano: Gwad’Air
Otro caso relevante es el estudio de la contaminación atmosférica por parte de la Atmo de Guadalupe (Gwad’Air), el observatorio regional autorizado para la vigilancia y control de la calidad del aire en Guadalupe (Caribe francés), miembro de la federación nacional ATMO France.
En este proyecto, las estaciones Kunak AIR Pro permitieron analizar la influencia de fuentes locales y de contaminación de largo recorrido en la calidad del aire a partir del conocimiento sobre la contaminación atmosférica detectada en el océano. Los datos recopilados proporcionaron información esencial para la toma de decisiones para la salud pública y en la adopción de políticas ambientales, resaltando el papel fundamental de una monitorización avanzada para garantizar la sostenibilidad y protección ambiental en islas remotas.

Faro de isla y cielo estrellado.
Preguntas frecuentes (FAQs) sobre la calidad del aire en islas
¿Por qué las islas remotas tienen problemas de contaminación del aire?
Los problemas de contaminación del aire que enfrentan las islas están causados por dos factores principales: reciben contaminantes transportados por la circulación atmosférica provenientes de fuentes distantes (polvo mineral, aerosoles industriales y compuestos nitrogenados, entre otros), y también generan emisiones localmente a través de la producción de energía basada en combustibles fósiles, el tráfico marítimo y aéreo que conecta estos territorios y de la actividad turística.
¿Cómo afecta la contaminación del aire a la biodiversidad tropical?
Los contaminantes atmosféricos dañan la biodiversidad tropical al impactar sobre las especies de flora y fauna terrestres y marinas. El ozono (O3) puede causar necrosis foliar y reducir la fertilidad vegetal, mientras que la deposición de nitrógeno (NH3, NO2) altera el equilibrio de nutrientes y favorece la proliferación de especies invasoras. Las partículas finas (PM2,5 y PM10) afectan la salud respiratoria de la fauna y flora local y pueden modificar la estructura de microorganismos del suelo, perjudicando los procesos ecológicos esenciales de intercambio con el entorno.
¿Puede el turismo sostenible mejorar la calidad del aire?
El turismo sostenible impulsa buenas prácticas ambientales como el uso de energías renovables, la movilidad eléctrica y la reducción y gestión eficaz de residuos. Todas estas acciones ayudan a minimizar las emisiones locales de contaminantes, contribuyendo a mejorar la calidad del aire y a preservar el entorno natural, lo cual resulta fundamental para la salud de los ecosistemas y la atracción turística del destino insular a largo plazo.
¿Qué herramientas existen para medir la calidad del aire en islas remotas?
Existen sistemas de monitorización ambiental basados en IoT, como la estación Kunak AIR Pro y su sistema de cartuchos inteligentes GasPlug, que ofrecen mediciones continuas, precisas y proporciona datos trazables de múltiples contaminantes en tiempo real. Estas tecnologías permiten desplegar sensores en ubicaciones aisladas con bajo mantenimiento y funcionamiento autónomo gracias a sus paneles solares, facilitando la recopilación de datos fiables para la gestión ambiental y la toma de decisiones informadas.
¿Qué contaminantes son más relevantes en los entornos insulares?
Los principales contaminantes en entornos insulares son el amoníaco (NH3), el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono (O3), el dióxido de azufre (SO2) y el material particulado PM2,5 y PM10. Estos contaminantes pueden proceder tanto de fuentes locales como de transporte de largo recorrido, y sus efectos acumulativos en la atmósfera insular generan daños sobre la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas de las islas.

Costa de una isla.
Conclusión
La calidad del aire en islas y entornos remotos supone un desafío estratégico para la gestión ambiental y la protección de la biodiversidad pero también para la preservación de la salud de sus moradores y visitantes. Los ecosistemas insulares están sometidos a grandes presiones ambientales procedentes tanto de ámbitos locales como externos situados incluso a gran distancia.
Situación que se ve exacerbada por su limitada capacidad de dispersión atmosférica y la presencia de especies endémicas altamente sensibles a los contaminantes. Las emisiones originadas por la producción energética, el transporte y la gestión de residuos, así como la llegada recurrente de contaminantes de largo recorrido (polvo sahariano y aerosoles industriales, entre otros) conforman un patrón complejo de exposición para las islas que puede afectar gravemente a la salud humana y de los ecosistemas insulares.
Garantizar la calidad ambiental en estos territorios exige una monitorización continua, precisa y adaptada a las necesidades específicas de las islas, como han demostrado las redes de estaciones inteligentes y proyectos de investigación pioneros en Canarias y otras regiones insulares. La información obtenida permite identificar fuentes de contaminación, evaluar el impacto sobre la biodiversidad y orientar medidas eficaces de gestión ambiental y salud pública, siendo fundamental para la estabilidad económica basada en un turismo sostenible y la conservación de los recursos naturales.
En consecuencia, únicamente mediante un enfoque integrado, sustentado en la tecnología avanzada y la cooperación internacional, será posible preservar la singularidad y resiliencia de estos enclaves insulares tan admirados. Proteger tanto a sus habitantes como a su extraordinario patrimonio natural es hacer frente a los retos del cambio climático y de la contaminación atmosférica.
Referencias y fuentes científicas
- Behera, S. N., Sharma, M., Aneja, V. P., & Balasubramanian, R. (2013). Ammonia in the atmosphere: a review on emission sources, chemistry and deposition.Environmental Science and Pollution Research, 20(11), 8092–8131. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23982822/
- European Environment Agency (EEA). (2022). Air pollution and NH3 emissions report. https://www.eea.europa.eu/en/analysis/indicators/emissions-of-air-pollutants-from
- (2016). Integrated science assessment for oxides of nitrogen, oxides of sulfur, and ammonia. https://www.epa.gov/isa/integrated-science-assessment-isa-ecological-criteria-assessment-oxides-nitrogen-oxides-sulfur
- Sutton, M. A. et al. (2013). The European nitrogen assessment: sources, effects and policy perspectives.Cambridge University Press. https://publications.tno.nl/publication/34627916/9cz42o/b11009.pdf
- Shairsingh, K.K., Jeong, CH. Evans, G.J. (2019).Transboundary and traffic influences on air pollution across two Caribbean islands. Science of The Total Environment, Volume 653. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2018.11.034
- World Health Organization (WHO) 2021. WHO global air quality guidelines: particulate matter (PM2,5 and PM10), ozone, nitrogen dioxide, sulfur dioxide and carbon monoxide. https://www.who.int/publications/i/item/9789240034228









