Gases de efecto invernadero: qué son, impacto y cómo se miden

Si bien la concentración de dióxido de carbono (CO2)El dióxido de carbono (CO2) es un gas que se encuentra de manera natural en la atmósfera y desempeña un papel crucial en los procesos vitales del planet...
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en la atmósfera ha ido aumentando de forma constante y acelerada en las últimas décadas, durante el mes de mayo de 2025, el CO2 superó por primera vez las 430 partes por millón (ppm), marcando un nuevo récord histórico.

Este hito, registrado en el Observatorio de Mauna Loa (Hawái), confirma la aceleración del cambio climático y pone en evidencia la urgencia de entender sus causas: los gases de efecto invernadero; alguno tan potente y conocido como el CO2.

En este artículo analizamos qué son los gases de efecto invernadero y cómo su acumulación en la atmósfera está transformando las condiciones de vida en el planeta al favorecer el calentamiento global. Pero también analizamos la manera de mantenerlos bajo control gracias a su detección y medición precisa de su presencia en la atmósfera.

Ilustración del efecto invernadero: gases como CO₂ y metano absorben y reemiten energía infrarroja, calentando la Tierra.

Ilustración del efecto invernadero: gases como CO₂ y metano absorben y reemiten energía infrarroja, calentando la Tierra – Por A loose necktie, Wikimedia Commons, bajo CC BY-SA 4.0.

¿Qué son los gases de efecto invernadero (GEI)?

Definición y función natural de los GEI

Los gases de efecto invernadero (GEI) son componentes gaseosos presentes en la atmósfera que llegan a ella tanto de forma natural como artificial (principalmente por acciones antropogénicas) y cuya principal característica es que absorben y emiten radiación infrarroja. Este es un proceso físico esencial para el funcionamiento del clima terrestre, ya que retiene parte del calor que alcanza la superficie del planeta, evitando que escape totalmente al espacio, gracias a lo que se desarrolla la vida en la Tierra. Es por ello que este fenómeno natural es llamado “efecto invernadero” y resulta imprescindible para la supervivencia de los seres vivos.

Sin embargo, la actividad humana, desde la Revolución Industrial, ha incrementado de forma notable la concentración de estos gases en la atmósfera, favoreciendo un mayor efecto invernadero que intensifica el calentamiento global alterando el equilibrio climático natural.

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Entre los principales GEI se encuentran el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4)El metano, conocido químicamente como CH₄, es un gas dañino para la atmósfera y los seres vivos porque tiene gran capacidad de atrapar el calor. Es po...
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, el óxido nitroso (N2O), el ozono
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troposférico (O3), los gases fluorados: hidrofluorocarbonos (HFCs) y perfluorocarbonos (PFCs), el hexafluoruro de azufre (SF6) y el vapor de agua.

Infografía: ¿De qué sectores proceden las emisiones mundiales de gases? | Statista

Principales fuentes de emisión

Entre las principales actividades antropogénicas que son fuentes de emisión de GEI destacan:

  • Quema de combustibles fósiles: uso de carbón, petróleo y gas natural para la generación de energía eléctrica, junto al transporte y la industria ocasionan la emisión de grandes proporciones de CO2 y, en menor medida, N2O, tal como analizamos en este artículo.
  • Deforestación y cambios de usos del suelo: la tala de bosques para la implantación de cultivos agrícolas o por la explotación maderera reduce la importante función que cumplen los árboles absorbiendo el CO2 atmosférico; además la tala de árboles libera a la atmósfera el carbono almacenado en estos.
  • Ganadería: la cría de ganado doméstico (vacuno y ovino) produce importantes emisiones de CH4 procedentes de la digestión (fermentación entérica) y la gestión del estiércol.
  • Agricultura intensiva: el uso de fertilizantes nitrogenados genera emisiones de N2O, uno de los GEI más potentes.
  • Industria: los GEI son uno de los productos comúnmente emitidos durante la obtención de sustancias químicas, cemento y acero; procesos de manufactura que también liberan gases fluorados.
  • Vertederos: la gestión de residuos y las plantas de tratamiento de aguas residuales generan restos orgánicos cuya degradación en condiciones anaeróbicas origina, entre otros, emisiones de CH4.

Impacto de los gases de efecto invernadero en el medio ambiente y la salud

Cambio climático y consecuencias ambientales

La función reguladora que desempeñan naturalmente los GEI presentes en la atmósfera se ha desequilibrado al aumentar su concentración por causas antropogénicas. Un fenómeno que ha provocado el incremento de la temperatura global, debido a la acumulación de energía en la troposfera que está ocasionando un amplio rango de efectos ambientales interconectados. Estos modifican los ecosistemas y amenazan la salud y el bienestar humano mediante:

  • Incremento de eventos climáticos extremos (olas de calor, sequías, precipitaciones torrenciales, huracanes) que acrecientan la mortalidad directa.
  • Alteración de la dinámica criosférica y oceánica debido a un escenario de altas emisiones que deshielan los polos y provoca la acidificación marina, así como un aumento del nivel del mar.
  • Perturbación de los ecosistemas que están forzando la migración de especies terrestres en busca de nuevos nichos climáticos; pérdida de biodiversidad en los ecosistemas; colapso trófico al romperse ciclos biológicos y cadena alimentarias; y el estrés hídrico al registrarse en algunas zonas del planeta como el Mediterráneo una menor precipitación atmosférica y una mayor evapotranspiración.
Cambio climático, calentamiento global y la influencia de los gases de efecto invernadero - EPA - US - NOAA - Kunak

Cambio climático, calentamiento global y la influencia de los gases de efecto invernadero – EPA – US – NOAA

Efectos en la salud pública

Aunque los GEI no son tóxicos en las concentraciones habituales, su aumento atmosférico y capacidad aceleradora del cambio climático está ocasionando consecuencias sanitarias preocupantes:

  • Mayor riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y cardiovasculares por la relación directa entre aumento de temperatura y el empobrecimiento de la calidad del aireLa calidad del aire se refiere al estado del aire que respiramos y su composición en términos de contaminantes presentes en la atmósfera. Se considera b...
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    .
  • Incremento de enfermedades transmitidas por vectores patógenos a medida que aumenta la temperatura.
  • Estrés térmico por el impacto del calor extremo en las personas; sobre todo en las más vulnerables y aquellas que experimentan comorbilidades.
  • Inseguridad alimentaria por el detrimento en la producción de cosechas y la consecuente desnutrición que supone vivir en riesgo de hambruna.

Regulación y compromisos internacionales sobre los GEI

Acuerdo de París y objetivos globales

Regular y gestionar a nivel mundial los GEI es la acción fundamental para mitigar el cambio climático. El principal instrumento internacional para coordinar los esfuerzos globales es el Acuerdo de París. Con carácter jurídicamente vinculante, fue adoptado en 2015 durante la 21ª Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático con el fin de limitar el incremento de la temperatura global promedio por debajo de los 2 ºC y con la aspiración de no superar los 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales.

 

El acuerdo se distingue por su enfoque basado en compromisos nacionales voluntarios. Cada país miembro debe presentar, actualizar y mejorar periódicamente (cada 5 años) sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), que detallan las acciones concretas y los objetivos de reducción de emisiones de GEI que cada nación se compromete a alcanzar en plazos determinados. La implementación en el cumplimiento de las NDC es esencial para evaluar el avance colectivo hacia la meta global ya que abarcan tanto la mitigación de las emisiones como la adaptación ante los efectos del cambio climático.

El Acuerdo persigue alcanzar el máximo de emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible para que el planeta consiga un clima neutro en 2050. Para ello cuenta con la transparencia y cooperación internacional, el intercambio de tecnologías limpias y el apoyo financiero a los países en desarrollo. De esta manera, se busca garantizar que todos los Estados, independientemente de su nivel de desarrollo económico, puedan contribuir de manera justa y efectiva a la reducción de emisiones y a la protección del clima global. Este marco internacional no solo establece objetivos ambiciosos, sino que también fomenta la responsabilidad compartida y la innovación tecnológica como pilares esenciales para alcanzar un futuro más sostenible.

Legislación y límites aplicables en la UE y otras regiones

La regulación de los GEI tanto en la UE como en otras regiones del mundo se ha fortalecido en los últimos años, estableciendo límites y mecanismos legales con los que reducir sus emisiones atmosféricasLas emisiones atmosféricas son sustancias contaminantes vertidas al aire cuyo origen se fundamenta principalmente en actividades humanas como la industria...
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y promover la sostenibilidad.

En la Unión Europea, el Pacto Verde Europeo sustenta la estrategia prioritaria para transformar la economía y la sociedad hacia la neutralidad climática, es decir, lograr que las emisiones netas de GEI sean cero para el año 2050. Esto implica que solo se emitan a la atmósfera los gases que la naturaleza (bosques, océanos y suelos) pueda absorber. Para alcanzar este objetivo, la UE dispone una serie de instrumentos clave:

  • Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (EU ETS): sistema que limita la cantidad total de emisiones permitidas para determinados sectores industriales. Acepta el comercio de derechos de emisión con el fin de incentivar la reducción de gases contaminantes y la inversión en tecnologías limpias.
  • Ley del Clima de la UE: dispone que el objetivo de neutralidad climática sea legalmente vinculante y obliga a los Estados miembros a adoptar políticas y medidas para reducir las emisiones de GEI al menos en un 55% para 2030 respecto a los niveles de 1990.
  • Paquete legislativo “Objetivo 55”: medidas para actualizar la legislación en materia de clima, energía, transporte y eficiencia energética, alineando las normas vigentes con los objetivos climáticos de la UE.
Emisiones de gases de efecto invernadero Estados Miembros de la UE - EEA - Kunak

Emisiones de gases de efecto invernadero Estados Miembros de la UE – EEA

En Estados Unidos, es la Agencia de Protección Ambiental (EPA) la encargada de regular las emisiones de GEI mediante normativas específicas que establecen límites de emisión para centrales eléctricas, vehículos e industrias. Estas regulaciones buscan reducir la contaminación atmosférica y avanzar hacia una economía baja en carbono.

Además, existen normativas internacionales y marcos voluntarios que impulsan la gestión ambiental en el sector privado apoyadas en:

  • Normas ISO: estándares como la ISO 14001 ayudan a las empresas a implementar sistemas de gestión ambiental y a monitorizar y reducir sus emisiones de GEI.
  • Marcos ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza): promueven la transparencia y la responsabilidad ambiental en las empresas, exigiendo la medición, control y reducción de emisiones, así como la adopción de prácticas sostenibles.

En conjunto, estas legislaciones y marcos normativos buscan limitar el impacto de los GEI procedentes de las actividades humanas sobre el clima, fomentar la innovación tecnológica y asegurar una transición justa hacia una economía descarbonizada y sostenible.

Cómo se miden los gases de efecto invernadero

Tecnologías de medición de GEI

Realizar una medición precisa de los GEI es una tarea fundamental que permite entender su dinámica, evaluar su impacto ambiental y, sobre todo, diseñar estrategias eficaces de mitigación. Para ello, se emplean diversas tecnologías que permiten detectar y cuantificar sus concentraciones.

  • Espectroscopía de absorción infrarroja (NDIR): Es la más empleada con GEI como el CO₂ y CH₄ y se basa en la absorción selectiva de radiación infrarroja por parte de moléculas específicas. Su aplicación es común en los analizadores portátiles y en los sistemas de monitoreo continuo debido a su alta sensibilidad y rapidez en la detección.
  • Sensores electroquímicos y fotoacústicos: son utilizados para compuestos gaseosos como el NO₂ y el O₃. Convierten la interacción química o acústica en señales eléctricas, ofreciendo alta sensibilidad y posibilidad de integración en redes inalámbricas para una supervisión extensa.
  • Tecnologías láser (TDLAS, CRDS): son sistemas de alta precisión utilizados en entornos industriales basados en técnicas como la espectroscopía láser de absorción sintonizable (TDLAS) y la espectroscopía de cavidad anular (CRDS). Proporcionan mediciones de alta precisión y especificidad, siendo ideales para entornos industriales y agrícolas donde se requiere un control riguroso de emisiones.
  • Cromatografía de gases (GC): técnica que separa y cuantifica componentes gaseosos de la atmósfera, permitiendo análisis detallados de mezclas complejas de GEI. Es especialmente útil en laboratorios y para validación de datos sobre el terreno.

Plataformas de monitorización de GEI

Estas técnicas se despliegan desde diversas plataformas de monitoreo:

  • Estaciones fijas y móviles: al estar equipadas con los sensores mencionados, estas estaciones permiten la monitorización continua de los GEI en ambientes exteriores e interiores, facilitando la evaluación de tendencias temporales y espaciales.
  • Sistemas portátiles y cámaras de suelo: utilizan herramientas como analizadores portátiles FTIR y cámaras de flujo de suelo que permiten medir emisiones directas sobre el terreno, capturando la variabilidad espacial y temporal de los GEI en diferentes entornos.
  • Redes inalámbricas de sensores: al integrar tecnologías fotoacústicas con comunicaciones inalámbricas permiten crear sistemas de monitoreo extensivos y accesibles, capaces de recopilar grandes cantidades de datos en tiempo real.
  • Monitoreo satelital: complementa las mediciones terrestres mediante espectrómetros de alta resolución y sistemas LIDAR, que permiten detectar y cuantificar los GEI desde la órbita terrestre.

En conjunto, estas tecnologías conforman un amplio equipo instrumental que, mediante la combinación de métodos y plataformas, hace posible un seguimiento detallado y fiable de los gases de efecto invernadero, clave para la toma de decisiones en políticas climáticas y gestión ambiental de los GEI.

Importancia de la monitorización continua

La monitorización continua de los GEI es una herramienta esencial para la gestión ambiental, tanto a nivel industrial como urbano. Disponer de datos en tiempo real posibilita una respuesta ágil y fundamentada frente a los desafíos climáticos; lo que optimiza el desempeño ambiental y facilita el cumplimiento de objetivos de sostenibilidad.

En el ámbito industrial, la monitorización constante permite detectar fugas o picos de emisión de manera inmediata, lo que reduce el impacto ambiental y mejora la seguridad operativa. Además, hace factible la optimización de procesos industriales y energéticos, ya que la información precisa obtenida sobre emisiones ayuda a identificar los puntos críticos industriales y desarrollar las oportunidades de mejora.

A su vez, en el ámbito regulatorio, la monitorización continua es imprescindible para cumplir con normativas ambientales. Mediante su utilización, las autoridades pueden verificar el cumplimiento de los límites de emisión y exigir acciones correctivas, si es necesario, para la protección del medio ambiente y la salud pública.

Por último, la información generada por estos sistemas de monitorización es fundamental para tomar decisiones estratégicas en sostenibilidad y para la reducción de la huella de carbonoEn un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, comprender cómo nuestras acciones cotidianas contribuyen a su agravamiento se ha vuelto funda...
Leer más. Las ciudades y empresas, en base a su información, pueden priorizar inversiones en tecnologías limpias, planificar políticas de mitigación y adaptación, y comunicar de manera transparente sus avances en la lucha contra el cambio climático.

En resumen, la monitorización continua de GEI no solo mejora la gestión ambiental y el cumplimiento normativo, sino que también impulsa la innovación y la responsabilidad social, elementos cada vez más valorados sobre el cambio climático.

Emisiones de una planta de generación de energía - Kunak

Emisiones de una planta de generación de energía

Aplicaciones prácticas y sectores que requieren medición de GEI

La medición de GEI tiene aplicaciones prácticas primordiales en diversos sectores estratégicos, ya que permite tanto el control de emisiones como la optimización de procesos y el cumplimiento normativo.

Los siguiente sectores productivos, por su impacto ambiental y su notoria contribución al cambio climático, requieren sistemas de monitorización avanzados y continuos:

  • Refinerías y plantas químicas: entornos industriales donde la medición de GEI es esencial para detectar fugas, controlar procesos de combustión y cumplir estrictamente con las normativas ambientales. La monitorización en tiempo real permite identificar puntos de emisión y facilitar la implementación de medidas correctivas, contribuyendo a la eficiencia energética y a la reducción de la huella de carbono.
  • Vertederos y tratamiento de residuos: durante la descomposición de materia orgánica en vertederos y plantas de tratamiento de residuos se genera un potente GEI como es el metano. La medición y captura de este gas atmosférico no solo mitiga el impacto climático, sino que también puede aprovecharse para la generación de energía renovable mediante la generación de biogás.
  • Agricultura intensiva y ganadería: actividades que son una fuente importante de emisión de GEI, principalmente de metano y óxido nitroso. La monitorización permite cuantificar estas emisiones, evaluar el impacto de las diferentes prácticas agropecuarias y desarrollar estrategias de mitigación, como la mejora de la gestión de estiércol o la optimización en el uso de fertilizantes.
  • Ciudades y áreas metropolitanas: los entornos habitados son grandes emisores de GEI debido al transporte, la industria y el consumo energético. La medición continua ayuda a identificar fuentes de emisión, evaluar la efectividad de políticas urbanas y orientar la planificación hacia la sostenibilidad y la calidad del aire.
  • Transporte marítimo, aéreo y terrestre: este sector es uno de los que contribuyen en mayor medida a las emisiones globales de GEI. La monitorización permite evaluar el impacto de diferentes tecnologías y combustibles, así como cumplir con normativas internacionales y locales orientadas a la descarbonización.

En todos estos sectores, la medición de GEI es la clave para avanzar en la transición hacia una economía baja en carbono y para cumplir con los compromisos internacionales en materia de cambio climático.

Soluciones de monitorización de gases de efecto invernadero

Los sistemas para la medición de GEI de Kunak representan una solución tecnológica avanzada que responde a las necesidades de monitorización ambiental tanto en entornos industriales como urbanos.

Ventajas de los sistemas Kunak para medir GEI

El diseño y funcionalidad, así como el bajo coste de los sistemas de medición de GEI de Kunak ofrecen múltiples ventajas prácticas y técnicas para la gestión y el control de emisiones atmosféricas. Entre los principales beneficios de las soluciones Kunak destacan:

  • Monitorización continua y de alta resolución temporal: captura datos en tiempo real y con una frecuencia elevada, lo cual es fundamental para detectar rápidamente anomalías, picos de emisión o tendencias de contaminación, facilitando la toma de decisiones inmediatas y la adecuación a las políticas ambientales.
  • Sensores intercambiables y calibrables: la amplia gama de sensores disponibles puede adaptarse a diferentes tipos de gases atmosféricos y partículas en suspensión. Además, su facilidad de calibración asegura la precisión y fiabilidad de las mediciones a lo largo del tiempo.
  • Gestión remota mediante plataformas en la nube: integrados con plataformas digitales permite acceder a los datos de manera remota, visualizar información en tiempo real y realizar análisis avanzados desde cualquier ubicación, optimizando la gestión y el mantenimiento de los sistemas.
  • Fácil integración en redes de control ambiental: los dispositivos Kunak pueden conectarse a sistemas de monitorización ya existentes, facilitando la interoperabilidad y la creación de redes de sensores extensas y flexibles, tanto en ciudades como en complejos industriales.
  • Diseño robusto y compacto: su construcción está pensada para resistir condiciones ambientales adversas y operar en espacios reducidos, lo que los hace ideales para su despliegue en entornos exigentes como fábricas, refinerías o entornos urbanos.

En consecuencia, estas características convierten a los sistemas Kunak en herramientas esenciales para medir, investigar y gestionar de manera sostenible los entornos urbanos e industriales, al proporcionar datos fiables y accesibles que contribuyen a la comprensión del cambio climático y al cumplimiento de los acuerdos internacionales en materia de GEI.

Ejemplos de gases medibles con Kunak AIR

Las estaciones Kunak AIR sobresalen por su capacidad de medición de una amplia variedad de gases de efecto invernadero y contaminantes atmosféricosLa contaminación del aire causada por los contaminantes atmosféricos constituye uno de los problemas ambientales más críticos y complejos a los que nos...
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, lo que las convierte en herramientas esenciales para la monitorización ambiental tanto en entornos urbanos como industriales. Su modularidad (gracias a su sistema patentado de cartuchos) y versatilidad permiten equiparlas con sensores específicos para cada necesidad, lo que posibilita la obtención de los datos precisos y fiables que se pretenden identificar en cada situación.

Entre los gases y partículas medibles con los sistemas Kunak AIR se encuentran:

  • Dióxido de carbono (CO₂): el principal gas de efecto invernadero, cuya medición es clave para evaluar la contribución de fuentes fijas y móviles al cambio climático.
  • Metano (CH₄): un potente GEI generado en vertederos, explotaciones ganaderas y procesos industriales, cuya monitorización ayuda a identificar fugas y reducir emisiones.
  • Óxidos de nitrógeno (NO₂): contaminante asociado al tráfico y la industria, relevante tanto por su impacto climático como por su efecto en la calidad del aire y la salud humana.
  • Ozono troposférico (O₃): gas atmosférico que actúa como contaminante secundario y es muy dañino por afectar a la salud.
  • Compuestos orgánicos volátiles (COVs): emitidos por actividades industriales, la combustión de combustibles fósiles y el uso de productos químicos, cuya medición es fundamental para el control de la calidad del aire.
  • Partículas en suspensión (PM1, PM2,5, PM4, PM10): asociadas a procesos de combustión y actividades industriales, estas partículas tienen un impacto directo sobre la salud respiratoria y cardiovascular, además de contribuir a la formación de aerosoles que influyen en las condiciones climáticas.

La posibilidad de integrar sensores para medir cada uno de estos contaminantes en una sola plataforma permite una gestión integral de la calidad del aire, facilitando la identificación de fuentes de emisión, el cumplimiento normativo y la toma de decisiones informadas en materia de sostenibilidad y salud pública. Esta capacidad de monitorización de múltiples gases y partículas es especialmente relevante para reducir los GEI con el fin de mitigar el cambio climático.

Preguntas frecuentes sobre gases de efecto invernadero

¿Qué gases se consideran de efecto invernadero?

Los gases de efecto invernadero (GEI) son aquellos compuestos gaseosos que tienen la capacidad de absorber y emitir radiación infrarroja solar, reteniendo parte del calor que la Tierra emite al espacio. Este fenómeno, denominado efecto invernadero, es fundamental para mantener la temperatura del planeta en niveles habitables, pero su intensificación por la actividad humana está provocando la aceleración del calentamiento global. En conjunto, estos gases regulan el clima terrestre, pero el aumento de sus concentraciones por la actividad humana está modificando el equilibrio natural, lo que conlleva consecuencias ambientales y climáticas de gran alcance.

Los principales gases de efecto invernadero identificados en la atmósfera terrestre son:

  • Dióxido de carbono (CO₂): el GEI más abundante derivado de la actividad humana y el principal responsable del cambio climático actual. Se genera principalmente por la quema de combustibles fósiles, la deforestación y procesos industriales.
  • Metano (CH₄): mucho más potente que el CO₂ en cuanto a su capacidad de retener calor, aunque está presente en concentraciones mucho menores. Sus principales fuentes incluyen la ganadería, los vertederos y la extracción de combustibles fósiles.
  • Óxido nitroso (N₂O): con un potencial de calentamiento global muy alto y largo periodo de permanencia en la atmósfera. Se genera principalmente por el uso de fertilizantes nitrogenados en la agricultura y procesos industriales.
  • Ozono troposférico (O₃): a diferencia del ozono estratosférico (que nos protege de la radiación ultravioleta solar), el ozono troposférico actúa como GEI, formándose a partir de reacciones químicas entre contaminantes atmosféricos.
  • Vapor de agua (H₂O): es el GEI más abundante de forma natural y contribuye significativamente al efecto invernadero, aunque su concentración depende del clima y no es controlada directamente por la actividad humana.
  • Gases industriales fluorados (HFCs, PFCs, SF₆, NF₃): compuestos sintéticos utilizados en equipos de refrigeración, aire acondicionado y procesos industriales con un potencial de calentamiento global extremadamente alto, aunque su concentración es baja en la atmósfera.

¿Cuál es el gas de efecto invernadero más abundante?

El dióxido de carbono (CO₂) es el gas de efecto invernadero más abundante en la atmósfera y el que más influye en el calentamiento global, fundamentalmente debido a su elevado volumen de emisiones asociadas a la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles, la producción de cemento y la deforestación.

Aunque su concentración atmosférica es relativamente baja en comparación con otros gases principales en la atmósfera , el CO₂ es responsable de aproximadamente el 66% del efecto de calentamiento global atribuible a los gases de efecto invernadero. Su capacidad para permanecer en la atmósfera durante miles de años y su acumulación progresiva desde la Revolución Industrial han convertido al CO₂ en el principal impulsor del cambio climático.

Por tanto, el CO₂ no solo destaca por su abundancia entre los gases de efecto invernadero, sino también por su notable impacto en el calentamiento global y la necesidad de medir y controlar sus emisiones para mitigar el cambio climático.

¿Cómo se pueden reducir las emisiones de GEI?

Reducir las emisiones de GEI es fundamental para proteger las condiciones de vida en el planeta y garantizar un futuro sostenible a los seres vivos. Para lograrlo, es necesario apostar por energías renovables como la solar, la eólica, la hidroeléctrica o la nuclear, que no dependen de los combustibles fósiles y generan menos contaminación atmosférica. Además, la mejora de la eficiencia energética en hogares, industrias y ciudades también es recomendada porque se optimizan los recursos y se reduce el desperdicio energético.

El transporte juega un papel crucial en las estrategias para reducir las emisiones de GEI. Fomentar medios de transporte sostenibles como los vehículos eléctricos, bicicletas y el transporte público, reduce su impacto ambiental y disminuye la dependencia de los combustibles contaminantes. Asimismo, las soluciones basadas en los servicios que nos presta la naturaleza son esenciales: la reforestación y la conservación de ecosistemas ayudan a capturar carbono de la atmósfera y mantener el equilibrio climático.

En definitiva, la combinación de tecnologías limpias, hábitos responsables y el respeto por la naturaleza es la clave para reducir las emisiones de GEI y avanzar hacia un mundo más habitable y equilibrado.

¿Cómo se miden los gases de efecto invernadero?

La medición precisa de los gases de efecto invernadero (GEI) es esencial para comprender su comportamiento en la atmósfera, evaluar su impacto ambiental y diseñar estrategias eficaces para mitigar su impacto en el cambio climático. Para lograrlo estas mediciones, se emplean diferentes tecnologías avanzadas:

  • Espectroscopía de absorción infrarroja (NDIR): especialmente útil para gases como CO2 y CH4, aprovecha la absorción de radiación infrarroja y se emplea en analizadores portátiles y sistemas de monitoreo continuo por su sensibilidad y rapidez.
  • Sensores electroquímicos y fotoacústicos: detectan compuestos como NO2 y O3, transformando interacciones químicas o acústicas en señales eléctricas, lo que permite su integración en redes inalámbricas de supervisión.
  • Tecnologías láser (TDLAS, CRDS): ofrecen mediciones de alta precisión y especificidad, ideales para entornos industriales y agrícolas donde el control de emisiones es crítico.
  • Cromatografía de gases (GC): permite analizar mezclas complejas de GEI, siendo fundamental en laboratorios y para la validación de datos de campo.

Estas técnicas se implementan mediante diversas plataformas, como estaciones fijas y móviles, sistemas portátiles, redes inalámbricas de sensores y monitoreo satelital, lo que posibilita una vigilancia continua y exhaustiva tanto a nivel local como global. La combinación de estos métodos asegura un seguimiento fiable y detallado de los GEI, clave para la toma de decisiones en políticas climáticas y para la gestión ambiental.

¿Por qué es importante controlar las emisiones de GEI?

El control de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es clave porque estos gases están directamente relacionados con el calentamiento global. Cuando las actividades humanas aumentan su presencia en la atmósfera -especialmente dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O)-, se rompe el equilibrio natural del clima, provocando que la temperatura mundial suba y los patrones climáticos cambien.

Este aumento de gases intensifica el efecto invernadero, atrapando más calor en la atmósfera y generando fenómenos extremos como olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas más fuertes. También contribuye a la subida del nivel del mar y la acidificación de los océanos. Además, la contaminación derivada de la quema de combustibles fósiles afecta a la salud, aumentando problemas respiratorios y cardiovasculares, y dificultando el acceso a alimentos seguros.

Conclusión

La urgencia de la lucha contra el cambio climático ha situado en el centro del debate global la necesidad de comprender y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. Son los responsables de alteraciones profundas en los patrones climáticos, causando problemas en la salud humana y en los ecosistemas. En este contexto, contar con herramientas precisas y fiables no es solo una ventaja tecnológica, sino una condición indispensable para pasar a la acción efectiva.

Las estaciones Kunak representan un avance esencial en la gestión práctica del calentamiento global. Su capacidad para medir en tiempo real y de manera continua GEI potentes como el CO2, CH4, N2O, O3 y compuestos orgánicos volátiles, así como partículas en suspensión, permite a industrias, administraciones y expertos ambientales identificar fugas, optimizar procesos y cumplir con normativas de forma proactiva.

Esta monitorización integral es el fundamento sobre el que se construyen estrategias de reducción de emisiones y adaptación climática, haciendo posible una transición justa hacia economías más sostenibles y resilientes.

Monitorizar no es solo observar; es el primer paso decisivo para intervenir, innovar y transformar. La tecnología de Kunak, robusta y adaptable, se convierte así en un aliado imprescindible para la acción inmediata y la obtención de resultados tangibles, así como la anticipación responsable frente a los desafíos climáticos.