Sulfuro de hidrógeno (H2S): qué es, riesgos y cómo medirlo

El sulfuro de hidrógeno (H2S), también conocido como ácido sulfhídrico o gas de alcantarilla, es un gas inconfundible por su característico olor a huevos podridos, perceptible incluso a concentraciones muy bajas. Presente en la atmósfera tanto por causas naturales (actividad volcánica, aguas termales y descomposición de materia orgánica) como por actividades industriales (tratamiento de aguas residuales, producción de pulpa y papel, fertilizantes, y refinerías de petróleo y gas natural). Supone un riesgo importante para la salud por su elevada toxicidad y capacidad de dispersarse rápidamente por el aire; un contaminante peligroso especialmente cuando la exposición es prolongada. Una vez inhalado, el H₂S se distribuye por el organismo a través del torrente sanguíneo, afectando de forma sistémica a diversas funciones fisiológicas.

¿Qué es el sulfuro de hidrógeno (H2S)?

El sulfuro de hidrógeno, o H₂S, es una molécula sencilla, formada por dos átomos de hidrógeno y uno de azufre, pero su simplicidad no le quita relevancia. Se trata de un gas incoloro y extremadamente inflamable, con un olor muy característico, parecido al de los huevos podridos. Además, es soluble en agua y más denso que el aire, lo que hace que pueda acumularse en zonas atmosféricas bajas o mal ventiladas.

Una de sus propiedades más sobresalientes es su alta toxicidad: incluso en concentraciones bajas puede causar efectos adversos sobre la salud humana. A medida que aumenta su concentración en el aire, los efectos que causa en las personas pueden ir haciéndose más graves: desde irritación ocular y respiratoria hasta pérdida de conciencia y, en casos extremos, originar la muerte. Además, el olfato humano se acostumbra rápidamente al olor del H₂S, lo que le hace aún más peligroso porque deja de percibirse aunque el gas persista en el ambiente.

También es un gas con un comportamiento químico interesante a nivel industrial: es reductor, lo que significa que puede reaccionar fácilmente con otros compuestos, y esto lo convierte en un componente relevante en algunos procesos industriales, aunque su manejo requiere hacerlo con mucha precaución.

Canal de alcantarillado_kunak

Canal de alcantarillado

¿Dónde se encuentra el H2S?

El H₂S, es un gas que podemos encontrar de forma natural en distintos entornos: zonas volcánicas, manantiales de aguas ricas en azufre, emisiones de la corteza terrestre a través de grietas del fondo marino, pantanos y aguas estancadas, así como en el petróleo crudo y el gas natural.

Pero no solo en la naturaleza se genera sulfuro de hidrógeno: muchas actividades humanas también lo producen como las redes de alcantarillado (por lo que es conocido como «gas de alcantarilla» al producirse en lugares donde la materia orgánica se descompone sin oxígeno), plantas de tratamiento de aguas residuales, granjas porcinas, fábricas de fertilizantes, e industrias como la del papel y la celulosa. También se emite al aire desde las refinerías, plantas petroquímicas, procesadoras de alimentos, hornos de coque y curtidurías.

Incluso se produce dentro del cuerpo humano, concretamente en la boca y el sistema digestivo; ciertas bacterias generan H₂S al descomponer proteínas, tanto vegetales como animales, contribuyendo al mal aliento.

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Impacto del sulfuro de hidrógeno en la salud y el medio ambiente

Efectos del H2S en la salud humana

El sulfuro de hidrógeno es un gas especialmente peligroso para la salud pública por dos razones principales: su alta toxicidad y su capacidad para pasar desapercibido al olfato humano después de un tiempo. Aunque su olor a huevos podridos lo hace fácil de identificar al principio, con la exposición prolongada el sentido del olfato deja de detectarlo, lo que puede llevar a una falsa sensación de seguridad, sobre todo en ciertas industrias como fábricas de papel y pulpa, plantas de tratamiento de aguas residuales, vertederos, perforación y refinado de petróleo y gas natural, fábricas de rayón, granjas de animales y pozos negros, entre otras.

Permanecer expuestos a bajas concentraciones de H₂S puede causar irritación en los ojos, la nariz y la garganta o incrementar dolencias como el asma en personas que padecen la enfermedad. A medida que el nivel del gas presente en el aire aumenta, pueden aparecer síntomas más serios como dolor de cabeza, náuseas, dificultad para respirar e incluso pérdida del conocimiento. En casos extremos y ante exposiciones elevadas, el H₂S puede originar parálisis respiratoria y causar la muerte en cuestión de minutos. En algunas personas los efectos sobre la salud del H₂S pueden convertirse en crónicos al provocar pérdidas de memoria y concentración, descoordinación en la motricidad y dolores de cabeza.

Por eso, la prevención es la mejor defensa ambiental. Hay que evitar riesgos de antemano en aquellos ambientes donde puede liberarse H₂S como plantas industriales, estaciones de tratamiento de aguas residuales y lodos o zonas volcánicas. Es recomendable monitorizar el aire y utilizar sensores fiables y precisos de H2S, así como disponer de equipos de protección adecuados para los trabajadores. Además, la formación del personal es fundamental: saber cómo actuar ante una fuga de este gas tóxico puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.

Para conocer cómo afecta el H2S en la salud conviene saber sus efectos según su concentración (ppm o partes por millón) en el aire:

  • 0,01–1,5 ppm: Olor perceptible (umbral olfativo).
  • 2–5 ppm: Olor desagradable; posible irritación leve de ojos y garganta.
  • 10–50 ppm: Irritación ocular y respiratoria; dolor de cabeza.
  • 50–100 ppm: Pérdida del olfato (anosmia); riesgo de edema pulmonar.
  • 100–200 ppm: Pérdida de conciencia en minutos; daño grave por exposición prolongada.
  • >500 ppm: Muerte en minutos por paro respiratorio («shock sulfide»).
Síntomas de intoxicación por H2S - Kunak

Síntomas de intoxicación por H2S – Fuente: Comercial Argentina en LinkedIn

Efectos ambientales del H₂S

El sulfuro de hidrógeno no solo es conocido por su desagradable olor a huevo podrido, sino porque también tiene efectos preocupantes en el medio ambiente. Al liberarse en el aire, especialmente en zonas industriales o geotérmicas, este gas contribuye a la contaminación atmosférica. Aunque en espacios abiertos se dispersa rápidamente, en lugares cerrados o poco ventilados puede acumularse y representar un riesgo al generar ambientes peligrosos tanto para las personas como para los ecosistemas.

Cuando el H₂S se acumula en cuerpos de agua estancados, puede reducir los niveles de oxígeno, afectando a la vida acuática y acelerando la descomposición de la materia orgánica. Esto altera el equilibrio de los ecosistemas y pone en peligro a las especies sensibles que los integran.

Otra característica preocupante del sulfuro de hidrógeno es su alta corrosividad. En ambientes húmedos, este gas reacciona con las superficies metálicas, acelerando su oxidación y el desgaste. Esto supone un reto para industrias como refinerías, plantas de tratamiento de aguas residuales y túneles subterráneos, donde el mantenimiento se vuelve más complejo y costoso debido al daño estructural que provoca su presencia.

En resumen, aunque suele asociarse al ámbito de la salud pública, el impacto del H₂S es igualmente notorio en el medio ambiente. Su adecuada gestión y control es clave para proteger la biodiversidad y, de igual manera, es imprescindible para preservar infraestructuras ante la corrosión que genera su presencia.

Trabajadores desarrollando operativa en zona de alcantarillado_kunak

Trabajadores desarrollando operativa en zona de alcantarillado

Límites de exposición y normativa vigente

Debido a los graves efectos que el H2S causa sobre la salud humana, organismos como la OSHA (Occupational Safety and Health Administration) y el NIOSH (National Institute for Occupational Safety and Health) de los Estados Unidos y la Comisión Europea y las agencias ECHA (European Chemical Agency) y EU-OSHA (European Agency for Safety and Health at Work) de la Unión Europea han establecido límites estrictos de exposición laboral y ambiental.

A continuación, se detallan los valores de referencia y las normativas aplicables según la exposición ocupacional:

Región / Organismo Tipo de Límite Valor Duración / Observación
Estados Unidos – OSHA PEL (TWA) 10 ppm Promedio ponderado en 8 horas
PEL (STEL) 15 ppm Exposición corta de 15 minutos
PEL (Ceiling) 20 ppm No debe superarse nunca; usar máscara de escape
Estados Unidos – NIOSH REL (TWA) 10 ppm Promedio ponderado en 10 horas
REL (STEL) 15 ppm Exposición corta de 15 minutos
IDHL 100 ppm Peligro inmediato; exposición aguda puede ser letal
Unión Europea – Directiva 98/24/CE VLA-ED (diario) 5 ppm (7 mg/m³) Promedio diario
VLA-EC (corta duración) 10 ppm (14 mg/m³) Exposición corta de 15 minutos
Estados Unidos – ACGIH TLV-TWA 1 ppm (1.4 mg/m³) Promedio ponderado en 8 horas
TLV-STEL 5 ppm (7 mg/m³) Exposición corta de 15 minutos

*La American Conference of Governmental Industrial Hygienists (ACGIH), como organización científica independiente investiga los riesgos laborales y publica recomendaciones actualizadas sin carácter legal o vinculante pero que son muy relevantes a nivel mundial.

Cómo se mide el sulfuro de hidrógeno (H2S)

La peligrosidad que implica la presencia del gas H₂S en la atmósfera hace que su medición precisa sea crítica en las industrias como la petrolera, tratamiento de aguas residuales y en la minería. A continuación, se describen las técnicas más utilizadas para su determinación:

Principales técnicas de medición

La medición de sulfuro de hidrógeno (H₂S) puede abordarse mediante dos grandes categorías de técnicas que cuantifican en función de:

Técnicas sensoriales (subjetivas / humanas)

Son métodos cualitativos del H2S que se sustentan en la percepción olfativa humana como herramienta. Sin embargo, la aplicabilidad de estas técnicas basadas en los receptores olfativos posee limitaciones importantes debido a factores fisiológicos y ambientales como la habituación del sistema olfativo, la toxicidad del gas en concentraciones elevadas y la variabilidad individual en la percepción. En conjunto, añaden incertidumbre en la posibilidad de reproducción de los resultados, lo que compromete su fiabilidad como método de medición estandarizado.

Estos métodos sensoriales se basan en:

Olfatometría dinámica
  • Método: Diluir una muestra de aire contaminado con un gas neutro con el propósito de que la concentración de compuestos odoríferos alcance el umbral de percepción. A esta dilución se expone de manera controlada un panel de evaluadores entrenados que identifican la presencia del olor en función de intensidad y reconocimiento.
  • Aplicación: Ampliamente utilizado en estudios de impacto ambiental y control de emisiones atmosféricasLas emisiones atmosféricas son sustancias contaminantes vertidas al aire cuyo origen se fundamenta principalmente en actividades humanas como la industria...
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    como en industrias de tratamiento de aguas residuales, gestión de residuos orgánicos (compostaje), producción de papel y refinerías.
  • Ventajas: Refleja la percepción humana real del olor basada en respuestas sensoriales directas. Es útil para validar métodos de dispersión de olor y estimar umbrales de molestia poblacional.
  • Limitaciones: No es un método específico para detección de H₂S (puede haber mezcla de compuestos volátiles con propiedades odoríferas similares). Es una técnica poco precisa para cuantificar concentraciones exactas de contaminantes y no proporciona un monitoreo continuo.
Panel sensorial entrenado
  • Método: Realiza una evaluación directa de la calidad del aireLa calidad del aire se refiere al estado del aire que respiramos y su composición en términos de contaminantes presentes en la atmósfera. Se considera b...
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    mediante un grupo de personas capacitadas para identificar y caracterizar olores específicos. Son evaluadores que siguen protocolos estandarizados para registrar intensidad, frecuencia y persistencia de los olores en entornos determinados. Lo hacen sobre el terreno, donde se produce la emisión de compuestos odoríferos, sin requerir extracción de muestras o procesamiento previo.
  • Ventajas: Es una técnica rápida y de bajo coste útil para evaluaciones puntuales. No requiere instrumentación ni condiciones de laboratorio, lo que facilita su implementación en entornos diversos.
  • Limitaciones: Es altamente subjetiva, no es cuantificable de manera precisa, y no es aplicable en entornos de alta toxicidad donde hay una concentración peligrosa de contaminantes.

Técnicas instrumentales (objetivas / tecnológicas)

Son las más adecuadas para medir concentraciones reales de H₂S, tanto de forma puntual como continuada. Se basan en sistemas de medición de alta sensibilidad:

Métodos electroquímicos
  • Funcionamiento: Basan su principio de medición en la reacción química que presenta el H2S con electrodos específicos. Proceso que genera una corriente eléctrica proporcional a su concentración en el ambiente. Los datos de estos sensores electroquímicos, como los que integran las estaciones Kunak AIR, aportan una medición cuantitativa en unidades de concentración.
  • Aplicación: Ampliamente utilizado en la monitorización ambiental de entornos urbanos e industriales como las redes de control en infraestructuras de vigilancia atmosférica, en sectores industriales como estaciones de tratamiento de aguas residuales, refinerías y plantas químicas. También se integran como dispositivos portátiles en los equipos de protección individual (EPI) para la seguridad laboral en espacios de riesgo.
  • Ventajas: A su bajo coste como técnica analítica y tamaño reducido (integrable en dispositivos compactos y portátiles) añaden su buena sensibilidad a niveles ultra bajos y su operatividad para medición continua, idónea en numerosas aplicaciones ambientales.
  • Limitaciones: Los sensores pueden degradarse con el tiempo, lo que limita su vida útil y hay variaciones ambientales (humedad y temperatura) que pueden afectar su estabilidad y fiabilidad, lo que requiere calibraciones frecuentes.
Espectrometría de absorción (UV, FTIR, DOAS)
  • Funcionamiento: Se basa en la capacidad que presentan los gases para absorber la radiación electromagnética en longitudes de onda específicas. El método emplea un haz de luz dirigido a través de una muestra gaseosa y, mediante la cantidad de radiación absorbida en determinadas bandas espectrales, identifica y cuantifica la presencia de H2S. Dependiendo de la longitud de onda del espectro electromagnético empleada puede ser ultravioleta (UV), espectrometría infrarroja por transformada de Fourier (FTIR), si emplea el infrarrojo medio, o diferencial de absorción óptica (DOAS) que permite la detección remota porque absorbe la luz en atmósferas abiertas.
  • Aplicación: En el control de emisiones industriales en determinados procesos productivos y chimeneas para la supervisión en tiempo real de las emisiones, en análisis de laboratorio para determinar mezclas de gases con alta precisión y durante el monitoreo remoto a grandes distancias.
  • Ventajas: Su alta precisión permite cuantificar el H2S con gran exactitud, incluso a concentraciones muy bajas, evitando interferencias. Muy apropiado para validar modelos de dispersión de contaminantes y en la evaluación de impactos ambientales.
  • Limitaciones: Tanto la instrumentación como la operativa resultan muy costosos, son complejos de operar porque requieren personal especializado y calibraciones rigurosas y periódicas que garanticen su funcionamiento óptimo.
Cromatografía de gases con detección específica (GC-FPD o GC-SCD)
  • Funcionamiento: Técnica analítica avanzada en la que se separan e identifican los compuestos gaseosos específicos como el H₂S detectando sus propiedades fisicoquímicas a través de una fase móvil (gas portador) y una fase estacionaria (columna cromatográfica). Después, mediante el uso de un detector selectivo como el fotométrico de llama (GC-FPD) o el de quimioluminiscencia de azufre (GC-SCD) se identifica y cuantifica de forma precisa el H2S.
  • Aplicación: Adecuado en análisis ambientales de laboratorio de instalaciones industriales que requieran una caracterización precisa de gases presentes. También resulta útil para determinar la composición y proporción de compuestos volátiles en muestras complejas de gases.
  • Ventajas: Su alta precisión y especificidad (sin interferencias con otros compuestos gaseosos presentes) permite la cuantificación exacta de H2S.
  • Limitaciones: No resulta apto para la medición continuada sobre el terreno. Su aplicación, restringida a laboratorio, lo hace un método de coste económico elevado en uso y mantenimiento. También es complejo de emplear porque su operatividad requiere de personal especializado para la interpretación de datos y mantenimiento del sistema analítico.
Técnicas colorimétricas (tubos Dräger, kits de detección)
  • Funcionamiento: El método se basa en la reacción química del gas al reaccionar con un reactivo específico que provoca un cambio gradual de color en función de su concentración. Los tubos detectores Dräger y otros kits colorimétricos contienen un medio impregnado con reactivos sensibles al H₂S, que se activa al exponerlo al gas.
  • Aplicación: Se utiliza en mediciones puntuales y rápidas en lugares con posible presencia de H2S como plantas industriales, sistemas de alcantarillado y estaciones de tratamiento de aguas residuales. Adecuado para la seguridad laboral al verificar de forma inmediata la presencia de H2S en espacios confinados antes de que entre el personal.
  • Ventajas: Su simplicidad no requiere de calibración, ni conocimientos avanzados para su manejo. Además son dispositivos compactos y fáciles de transportar que proporcionan mediciones inmediatas facilitadoras de la toma de decisiones operativas.
  • Limitaciones: No realizan una medición continua en tiempo real y la estimación visual del cambio de color añade variabilidad a la cuantificación, lo que le convierte en un método inexacto de medición. Además poseen una vida útil restringida porque los reactivos se degradan con el tiempo alterando la fiabilidad de las mediciones.
Sensores de óxido metálico (MOX)
  • Funcionamiento: Emplean la variación de conductividad eléctrica de un material semiconductor al exponerse al H₂S. La superficie del óxido metálico cambia al interactuar con el gas y esta es proporcional a la concentración de sulfuro de hidrógeno presente.
  • Ventajas: Es una técnica de bajo coste y alta resistencia (durabilidad y capacidad de operación)en diferentes situaciones ambientales. Se puede integrar en sistemas de monitoreo de bajo consumo energético.
  • Limitaciones: Presenta una baja selectividad porque el sensor metálico puede alterarse por otros gases presentes en el ambiente. También es sensible a factores ambientales como la temperatura y humedad, así como a la presencia de otros compuestos químicos, lo que requiere una calibración frecuente para mejorar la fiabilidad de los datos aportados.

Tabla comparativa de las principales técnicas de medición

Técnica Tipo Continua Precisión Específica H₂S Coste
Olfatometría dinámica Sensorial Medio
Panel sensorial Sensorial Bajo
Sensor electroquímico Instrumental Bajo
Espectroscopía (FTIR, UV) Instrumental ✔✔ Alto
Cromatografía GC-FPD Instrumental ✔✔✔ ✔✔ Muy alto
Tubos colorimétricos Instrumental Bajo
Sensor MOX Instrumental Muy bajo

Ventajas de los sensores conectados y monitorización en continuo

La monitorización del sulfuro de hidrógeno mediante sensores conectados permite recopilar datos en tiempo real incluso en ubicaciones remotas y transmitirlos para ser integrados y analizados en plataformas web que disponen de herramientas que facilitan su análisis y toma de decisiones informadas para evitar riesgos ante la presencia de H2S.

Pueden emplearse en una gran variedad de ámbitos industriales y profesionales al no requerir el uso de suministro eléctrico pues se alimentan de paneles solares. Tampoco son vulnerables a la humedad ambiental al contar con la certificación IP68 que distingue su alto nivel de protección contra polvo y agua.

Por la tecnología de comunicación inalámbrica que emplean, las redes de sensores se destacan como los equipos de medición más adecuados para áreas remotas donde se necesita un bajo consumo y un largo alcance, entornos urbanos que disponen de alta velocidad de conexión, o en redes locales de plantas industriales.

Las redes de sensores conectados para medir el gas H₂S representan el futuro de la seguridad industrial. Al combinar la tecnología con los datos y la automatización, no solo detectan el peligro del sulfuro de hidrógeno sino que previenen tragedias mediante el uso de la inteligencia colectiva.

Monitorización del H2S con soluciones avanzadas como Kunak AIR

La monitorización del sulfuro de hidrógeno es esencial para garantizar la calidad del aire y prevenir riesgos para la salud y el medio ambiente. Las soluciones avanzadas de Kunak destacan en este campo gracias a su tecnología de sensores electroquímicos de alta precisión, capaces de detectar variaciones mínimas en el ambiente de la concentración de H₂S.

La ventaja competitiva del sistema de monitorización de H₂S de Kunak es que trabaja en tiempo real permitiendo la identificación temprana de episodios de contaminación y facilitando la toma de decisiones para mitigar su impacto a tiempo. Además, con la integración de los datos en plataformas de análisis permite la optimización de la gestión ambiental, convirtiendo a Kunak en una opción idónea para el control de emisiones industriales y la protección de comunidades cercanas.

Detección de mercaptanos

Además, la tecnología de Kunak para la monitorización continua en tiempo real de sustancias odorantes como el H2S en el aire permite incluso detectar metil mercaptanos (Methyl mercaptan), sustancia muy común en entornos industriales. Son compuestos orgánicos de olor fuerte y desagradable similares a alcoholes pero que contienen azufre en lugar de oxígeno. Gracias a los sensores electroquímicos de H2S con que están equipados los dispositivos Kunak, los mercaptanos son detectables los cuales, sin embargo, pasan desapercibidos al utilizar otros métodos de medición como los equipos analizadores de H2S.

Los sistemas basados en sensores de gases son herramientas efectivas para el monitoreo y gestión de compuestos odorantes, proporcionando información crítica para la implementación de medidas correctivas y la mejora de la calidad del aire.

Casos de uso de medición de H2S

Vertedero Cerro Patacón (Panamá)

El vertedero Cerro Patacón, ubicado cerca de la Ciudad de Panamá, es uno de los casos de uso para la medición del H2S más relevantes de los desarrollados por Kunak en el ámbito específico de medición de gases contaminantes. Este vertedero gestiona más del 40% de los residuos generados en el país, por lo que prácticas como la quema intencionada de desechos ha provocado graves problemas de contaminación ambiental, afectando la calidad del aire y, por consiguiente, a la salud de las comunidades cercanas.

Para mitigar este grave impacto ambiental, se desplegó una red de estaciones Kunak AIR Lite, capaces de medir en tiempo real partículas en suspensión y gases contaminantes como metano (CH4) y sulfuro de hidrógeno (H2S). Además, estas estaciones registran velocidad y dirección del viento, facilitando la identificación de fuentes de contaminación y la predicción de la dispersión de emisiones.

Los beneficios han sido inmediatos y notorios al aportar un monitoreo continuo y autónomo de contaminación por malos olores y partículas (gracias a estar alimentados por energías solar) que permite desarrollar un sistema de alertas tempranas con el que notificar a las autoridades en cuanto se supera algún nivel crítico. De este modo se está garantizando de forma permanente la protección de la salud pública en las comunidades cercanas ante la presencia de gases tóxicos y partículas nocivas en el aire.

Industria cárnica en Des Moines (Iowa, Estados Unidos)

En la ciudad de Des Moines, capital del estado de Iowa, el problema persistente de contaminación odorífera que provocaba más de 200 quejas anuales ciudadanas por los olores desagradables procedentes de tres plantas cárnicas industriales motivó que las autoridades locales instalaran 10 monitores de olores Kunak AIR Pro en puntos estratégicos alrededor de los emisores identificados, junto con una estación meteorológica en el Centro Municipal de Servicios.

Estos dispositivos miden en tiempo real la concentración de sulfuro de hidrógeno (H2S, amoníaco (NH3) y compuestos orgánicos volátiles (VOCs), proporcionando datos precisos sobre la calidad del aire. El resultado ha sido el control de los contaminantes responsables de los malos olores mediante una monitorización continua, un enfoque cuantitativo basado en datos para establecer umbrales de olor y exigir medidas correctivas a las empresas emisoras y una notable mejora en la gestión ambiental al reducir y mitigar el impacto de la contaminación odorífera en la comunidad local.

Tratamiento aguas residuales en Rishon LeZion, (Israel)

En Israel, la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de Shafdan, ubicada en Rishon LeZion, debido a la emisión de sulfuro de hidrógeno (H2S), generaba molestias odoríferas en zonas residenciales cercanas.

Problemática ambiental que se abordó con el despliegue de una red de 7 estaciones Kunak AIR en el perímetro de la planta. Esta red ha permitido el monitoreo continuo de gases contaminantes, velocidad y dirección del viento, temperatura, humedad relativa y presión atmosférica. Además, se instaló un analizador de H2S en una chimenea, para calcular la dispersión de la pluma de emisión y determinar qué áreas superan el umbral de olor, verificando o descartando las quejas vecinales.

Se ha logrado una medición continua y validada de los niveles de H2S en el perímetro de la planta de tratamiento, establecer un sistema de alertas tempranas y definir una mayor precisión para identificar fuentes de olor, diferenciando si el H2S proviene de la PTAR o de otras fuentes industriales emisoras próximas. Así es como las autoridades locales responden con una gestión más eficiente ante las emisiones odoríferas, reduciendo el impacto ambiental y mejorando la calidad de vida de los residentes en las inmediaciones de la instalación.

Preguntas frecuentes sobre el sulfuro de hidrógeno (H2S)

¿Qué olor tiene el sulfuro de hidrógeno?

Si alguna vez hueles a huevos podridos, probablemente te encuentres en un ambiente con sulfuro de hidrógeno (H₂S) en el aire. Es un aroma tan peculiar que se puede detectar fácilmente incluso a bajas concentraciones. De manera natural proviene de la descomposición de materia orgánica que contiene azufre, como ocurre en aguas residuales y pantanos.

Sin embargo, cuidado, también puede llegarte desde emisiones en procesos industriales que, en concentraciones más altas, tiene un efecto peligroso en la salud. Y lo peor de todo es que, respirado por tiempo prolongado en concentraciones altas, causa fatiga olfativa en nuestros receptores nasales, haciendo que aumente el riesgo de intoxicación ya que se deja de percibir su característico olor.

¿Es peligroso el sulfuro de hidrógeno?

Efectivamente, el sulfuro de hidrógeno es un gas muy peligroso porque a concentraciones elevadas puede resultar mortal. Incluso a niveles bajos puede causar irritación, mareos y problemas respiratorios. Si bien es fácilmente reconocible, por su olor a huevos podridos, tras una exposición prolongada nuestra nariz deja de percibirlo, porque actúa como un anestésico olfativo, impidiendo que detectemos la presencia del gas a nuestro alrededor incluso aunque se halle en alta concentración.

¿Dónde se puede encontrar H2S en la industria?

El sulfuro de hidrógeno (H₂S) es un gas incoloro que, aunque no lo veamos, está más presente de lo que imaginamos. Lo encontramos en la naturaleza, en lugares como volcanes, manantiales sulfurosos y aguas estancadas, pero también lo generamos con nuestras actividades: sistemas de alcantarillado, granjas porcinas, industrias químicas, refinado y extracción de petróleo y gas natural, curtidurías, industria de papel y celulosa, fábricas de rayón, fertilizantes y plantas de tratamiento de aguas residuales.

Incluso nuestro propio cuerpo lo produce, específicamente en la boca y el sistema digestivo, contribuyendo a ese incómodo mal aliento. Aunque parezca inofensivo por su olor tan reconocible, su acumulación puede ser peligrosa, por lo que la detección y el control del H₂S son clave en entornos industriales y urbanos.

¿Cómo se puede detectar la presencia de H₂S?

La presencia de sulfuro de hidrógeno (H₂S) se puede detectar de varias maneras, dependiendo del entorno y la precisión requerida. Si bien resulta reconocible por su olor intenso y característico, similar a huevos podridos, a niveles altos deja de percibirse, aunque siga presente. Por ello es importante disponer de sensores de este peligroso gas contaminante. Para medir su presencia los sensores electroquímicos son los más utilizados, ya que ofrecen mediciones precisas en tiempo real.

En situaciones que se requiere una detección rápida, las tiras reactivas, basadas en un reacción química, son una solución momentánea. No obstante, la monitorización continua, mediante sensores de tecnología avanzada y específica para detectar el H2S, es la solución más fiable porque detecta en tiempo real su presencia, permite el envío de alertas ante superación de umbrales y facilita el prevenir los riesgos a su exposición.

¿Qué normativa regula el H₂S en el ambiente laboral o urbano?

Debido a los graves riesgos que la presencia de H2S causa sobre la salud humana, organismos como la OSHA (Occupational Safety and Health Administration) y el NIOSH (National Institute for Occupational Safety and Health) de los Estados Unidos y la Comisión Europea y las agencias ECHA (European Chemical Agency) y EU-OSHA (European Agency for Safety and Health at Work) de la Unión Europea han establecido límites estrictos de exposición laboral y ambiental.

Además, la American Conference of Governmental Industrial Hygienists (ACGIH) como organización científica independiente investiga los riesgos laborales y publica recomendaciones actualizadas sin carácter legal o vinculante pero que son muy relevantes a nivel mundial.

Conclusión

Mitigar los riesgos de exponerse al gas H₂S requiere disponer de tecnología avanzada para una prevención proactiva frente a uno de los gases más peligrosos en entornos industriales y urbanos. Invisible y letal en concentraciones elevadas, también ocasiona efectos adversos incluso a niveles bajos. Su presencia en refinerías, plantas de tratamiento de aguas residuales o alcantarillado exige no solo protocolos rigurosos, sino también soluciones tecnológicas capaces de anticipar el riesgo.

La monitorización continua ya no es una opción, sino una necesidad.

Dispositivos como los sensores de Kunak, precisos, fiables y adaptables, permiten detectar el H₂S en tiempo real, incluso en condiciones extremas. Facilitan una respuesta inmediata que permita proteger tanto a trabajadores como a comunidades cercanas. Y gracias a plataformas de análisis de datos hacen de ellos una herramienta crítica capaz de predecir escenarios de riesgo y optimizar medidas preventivas. Porque cuando se trata de H₂S, la mejor estrategia es no subestimarlo.