Necesidad
La ciudad de Des Moines es la capital de Iowa y sus 17 departamentos prestan servicio a más de 214.000 residentes y 49 asociaciones de vecinos. Des Moines es líder en sostenibilidad y ofrece a sus residentes barrios vibrantes, un centro vivo y activo y abundantes oportunidades de ocio.
La gente que vive y trabaja en el centro de Des Moines llevaba mucho tiempo quejándose de los malos olores, y la ciudad había tenido poco éxito a la hora de controlar el problema.
El personal municipal recibía unas 200 quejas por olores al año, y la mayoría de los olores se describían como «olor putrefacto, a carne cocinándose y a aguas residuales». La metodología empleada hasta el momento para el control de los episodios de malos olores resultaba subjetivo y poco científico.
En 2022, las autoridades de Des Moines contrataron a una consultora de calidad del aire para que realizara un estudio en el que se analizasen las quejas por malos olores de la última década y se identificaran las posibles fuentes del problema. Tras el estudio, se determinó que eran tres empresas cárnicas industriales de la zona este de Des Moines las fuentes de los malos olores.
El estudio también recomendaba a la ciudad soluciones como la compra de dispositivos para el seguimiento de los olores y la implantación de un umbral de olor que incitara a las empresas a tomar medidas si los olores alcanzan un determinado nivel.
La ciudad de Des Moines está adoptando un enfoque basado en datos para reducir los continuos problemas de olores y establecer umbrales con la ayuda de la tecnología de detección y control de olores de Kunak de la mano de Envirosuite.