Resumen
La contaminación por olores se ha convertido en una preocupación creciente debido a la industrialización y a la mayor concienciación pública sobre la importancia de preservar un entorno limpio. Aunque los olores no suelen representar riesgos inmediatos para la salud a bajas concentraciones, la exposición prolongada puede provocar diversos efectos adversos en la salud humana y generar conflictos socioeconómicos. En respuesta a esta preocupación, los sistemas de monitorización instrumental de olores (IOMS, por sus siglas en inglés) están surgiendo como una solución para la monitorización en tiempo real de emisiones odoríferas.
Este trabajo presenta el rendimiento del instrumento basado en sensores Kunak AIR Pro para la monitorización de olores en diferentes emplazamientos, incluyendo una estación depuradora de aguas residuales (EDAR), una planta de tratamiento de lodos y una planta petroquímica, mediante la medición precisa de bajas concentraciones de H₂S, COV y NH₃.
En la EDAR, el rendimiento del sistema para la monitorización de H₂S en términos de precisión y exactitud se evaluó frente a un analizador de H₂S de referencia, mostrando un elevado coeficiente de correlación de 0,77 y un bajo error medio absoluto (MAE) de 6,9 ppb. Teniendo en cuenta el umbral de olor para el H₂S de 8 ppb, se calcularon la tasa de verdaderos positivos (TPR) y la tasa de falsos positivos (FPR) con valores de 0,87 y 0,34, respectivamente. Al establecer un umbral de alarma más conservador (20 ppb), el TPR y el FPR mejoran hasta 0,89 y 0,16, respectivamente.
Además, al combinar las respuestas complementarias de diferentes sensores, como los de H₂S y COV, es posible inferir la presencia de otros compuestos, aumentando las capacidades de estos sistemas. En la planta de tratamiento de lodos y la planta petroquímica, el despliegue de dispositivos para la monitorización de COV, H₂S y NH₃, junto con datos meteorológicos, proporcionó información valiosa sobre las variaciones temporales y la distribución espacial de estos compuestos dentro de las instalaciones, así como sobre la posible identificación de las fuentes de emisión.
Esta información es fundamental para implementar medidas proactivas que minimicen el impacto ambiental y aborden posibles problemas de olores, demostrando la importancia de los sistemas de monitorización basados en sensores para proporcionar datos en tiempo real que permitan tomar decisiones fundamentadas.
