Los primeros europeos que exploraron las costas de América ya surcaban el Atlántico atentos a estas grandes concentraciones de praderas marinas flotantes en las que podían enredarse sus embarcaciones y cambiar su derrotero. No obstante, no ha sido hasta la última década en que la concentración de esta macroalga planctónica ha ido aumentando sobremanera afectando a las zonas costeras de 13 países. De hecho, en 2018, más de 1.1 millones de toneladas de sargazo invadieron la costa del Caribe mexicano, marcando un antes y un después en la historia ambiental de la región. En la temporada turística 2025 se espera un incremento del 40% con respecto al año pasado en la costa caribeña de México. Este litoral atlántico de postales paradisíacas se transformó en un escenario de crisis: playas sepultadas bajo montañas de algas en descomposición, turistas alejándose, y comunidades costeras enfrentando una amenaza que va mucho más allá de lo visual.
El sargazo es abundante en el mar de los Sargazos, pero se ha observado un cinturón recurrente de sargazo atlántico (GASB) en imágenes satelitales desde 2011, que a menudo se extiende desde África occidental hasta el Golfo de México. En junio de 2018, el GASB de 8850 kilómetros contenía más de 20 millones de toneladas métricas de biomasa de esta macroalga. Mengqiu Wang et al. The great Atlantic Sargassum belt.
Este mapa muestra la evolución mensual del sargazo en el mar Caribe y el Atlántico tropical desde marzo 2022 a marzo del 2023. Animación de NOAA Climate.gov, basada en datos proporcionados por el Laboratorio de Oceanografía Óptica de la Universidad del Sur de Florida.
Cuando el sargazo llega en masa, no solo arruina la estética del paisaje: desencadena una cadena de impactos ambientales devastadores. La descomposición de esta biomasa libera compuestos gaseosos tóxicos, genera olores nauseabundos y contamina el agua, provocando las temidas “mareas marrones”. Además, acelera la erosión costera y altera ecosistemas enteros, poniendo en jaque la biodiversidad y la salud pública.
A continuación analizaremos la ecología y proliferación del sargazo, así como los factores que favorecen su crecimiento y expansión por el Atlántico. Nos detendremos en los efectos de su descomposición y los impactos que origina en la calidad del agua, el aire y la salud humana. Para acabar analizando la importancia de medir sus emisiones, fuente de malos olores, porque la vigilancia de los compuestos volátiles que emiten es la clave que garantiza la calidad del aireLa calidad del aire se refiere al estado del aire que respiramos y su composición en términos de contaminantes presentes en la atmósfera. Se considera b...
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Definición y contexto del sargazo
El sargazo no es cualquier alga: es una macroalga parda nómada, un navegante oceánico que flota libremente gracias a unas pequeñas vesículas llenas de gas, como si llevara su propio chaleco salvavidas natural. Se desplaza a la deriva por las aguas cálidas del Atlántico occidental, formando vastas manchas flotantes que, vistas desde el aire, parecen islas doradas en movimiento.
Pero estas islas no están vacías: son auténticos oasis flotantes que albergan una vibrante comunidad marina. Entre sus frondas pardas se esconden peces juveniles, cangrejos, camarones y hasta tortugas marinas, que encuentran allí alimento, refugio y un lugar para crecer a salvo de los depredadores.

Detalle de las vesículas que permiten flotar a la macroalga sargazo – Wikimedia Commons
Ecología y proliferación de sargazo
Lo sorprendente es su velocidad de expansión: el sargazo puede duplicar su biomasa en menos de 20 días. Alimentado por el exceso de nutrientes (muchos de ellos provenientes de actividades humanas) y favorecido por cambios en las corrientes oceánicas, este viajero marino puede transformarse rápidamente en una amenaza costera.
«Bajo el sol de Florida y el Caribe, el sargazo puede descomponerse en 1-2 días, y luego emitir gases malolientes (sulfuro de hidrógeno y amoníaco), atraer insectos y favorecer el crecimiento de bacterias, representando así amenazas para los humanos». Optical Oceanography Laboratory. College of Marine Science. University of South Florida.
Cuando llega a tierra firme, el encanto se desvanece. Lo que era un ecosistema flotante se convierte en una masa maloliente de materia en descomposición. Libera gases como sulfuro de hidrógeno (H₂S) y amoníaco (NH₃), contamina el agua y el aire, y acelera la erosión de las playas de arenas blancas y aguas cristalinas. Lo que flota dando vida en el océano, se convierte en un gran problema ambiental en la costa.
Sargazo y cambio climático
El aumento excepcional del sargazo en las últimas décadas no es un fenómeno aislado: es un reflejo del desequilibrio climático global. El aumento de la temperatura del océano, el cambio en los patrones de viento y corrientes marinas, y la sobrecarga de nutrientes (provenientes en gran parte de la escorrentía agrícola y las aguas residuales sin tratar) han creado el caldo de cultivo perfecto para su proliferación masiva.
Este “cinturón de sargazo” que se extiende desde África hasta el Caribe ha crecido año tras año, alimentado por un océano más cálido y más contaminado. Así, el sargazo se convierte en un termómetro biológico del cambio climático: una señal flotante de que los sistemas marinos están bajo presión, y de que las consecuencias del calentamiento global ya están tocando tierra literalmente.
Por eso, estudiar y monitorear al sargazo no es solo una cuestión científica: es una necesidad ambiental urgente para proteger tanto la riqueza del océano como la salud y el bienestar de las comunidades que viven junto a él. Porque este viajero dorado, cuando se descontrola, puede convertirse en un visitante indeseado.

Marea parda de sargazo en la costa de República Dominicana.
Efectos de la descomposición del sargazo
La descomposición del sargazo en las zonas costeras es un proceso complejo que implica la degradación de grandes volúmenes de materia orgánica bajo condiciones ambientales variables. Cuando el sargazo se acumula en las playas y comienza a descomponerse, se desencadenan procesos microbiológicos y químicos que transforman los compuestos presentes en el alga. Este fenómeno no solo altera la composición físico-química del entorno, sino que también tiene impactos directos en la salud pública y el equilibrio ecológico local.
Durante la descomposición, la macroalga libera nutrientes como nitrógeno y fósforo, que pueden favorecer la eutrofización de cuerpos de agua cercanos. Además, la acumulación de sargazo en descomposición reduce la penetración de luz solar y disminuye la concentración de oxígeno disuelto, afectando a la fauna y flora marinas. Otro efecto importante es la generación de lixiviados, líquidos ricos en materia orgánica y compuestos tóxicos, que pueden infiltrarse en el subsuelo y contaminar aguas subterráneas.
Emisiones de sulfuro de hidrógeno (H₂S) y amoníaco (NH₃)
Uno de los aspectos más notorios y preocupantes de la descomposición del sargazo es la emisión de gases malolientes al aire, principalmente sulfuro de hidrógeno (H₂S) y amoníaco (NH₃), que no solo deterioran la calidad ambiental, sino que también representan un riesgo para la salud de las personas que habitan o visitan las zonas afectadas.
Durante el proceso de descomposición anaerobia del sargazo, las bacterias descomponen la materia orgánica y liberan H₂S: un gas incoloro, caracterizado por su olor a huevo podrido que resulta tóxico incluso a bajas concentraciones, pudiendo causar irritación ocular, problemas respiratorios y, en exposiciones prolongadas, efectos neurológicos. El NH₃, por su parte, es un gas irritante que puede afectar las vías respiratorias y provocar molestias en ojos y garganta.
Las emisiones de estos compuestos no solo generan incomodidad por su olor, sino que también pueden alcanzar niveles peligrosos en áreas con poca ventilación. La presencia de H₂S y NH₃ es uno de los principales indicadores de la descomposición avanzada del sargazo y representa un desafío para la gestión ambiental y la protección de la salud pública en las regiones costeras afectadas.

Campaña de voluntariado para la retirada del sargazo de las playas mexicanas – Secretaria de Estado de Medio Ambiente y Cambio Climático y Zofemat – México.
Calidad del aire y control de malos olores
La liberación de gases como H₂S y NH₃ durante la descomposición del sargazo tiene un impacto directo en la calidad del aire de las zonas costeras. La acumulación de estos compuestos volátiles puede superar los límites recomendados por organismos nacionales e internacionales, afectando tanto a residentes como a turistas. Además de los riesgos para la salud, la percepción de malos olores reduce la calidad de vida y afecta negativamente la imagen turística de las playas caribeñas.
Ante esta situación, el monitoreo continuo de la calidad del aire es fundamental para identificar zonas críticas y tomar medidas preventivas. Entre las estrategias de control de olores se incluyen la recolección del sargazo, el manejo adecuado de los residuos y la aplicación de tecnologías para la neutralización de los gases emitidos durante su descomposición. La gestión integral de estos impactos es clave para minimizar los riesgos y garantizar ambientes saludables para las comunidades costeras.

Monitorización de gases tóxicos por sargazo en el Caribe para protección ambiental y turística.
Proyectos de Kunak
En Kunak Technologies hemos desarrollado sistemas avanzados de monitorización ambiental que implementamos para medir la calidad del aire en entornos afectados por la descomposición del sargazo, como en Guadalupe, un archipiélago francés de las Antillas, y la costa de Cancún en México. Sobre el terreno, nuestros dispositivos Kunak AIR Pro y AIR Lite detectan en tiempo real de contaminantes clave, incluyendo sulfuro de hidrógeno y amoníaco, asociados a los procesos de descomposición de materia orgánica en playas impactadas por llegadas masivas de sargazo. Son sistemas dotados de sensores de alta precisión montados en cartuchos inteligentes que facilitan la medición simultánea de varios gases y partículas en la atmósfera. El resultado es que logramos datos fiables y equiparables a los de estaciones de referencia.
La información generada por los sensores de Kunak se convierte en una herramienta fundamental para identificar zonas críticas, definir patrones de contaminación y evaluar la eficacia de las estrategias de manejo y recolección del sargazo. Además, con los datos obtenidos, las autoridades y gestores ambientales implementan medidas correctivas específicas, optimizan la gestión de residuos y comunican de manera transparente los riesgos puntuales a la población residente y temporal. De igual manera, la integración de plataformas de consulta y paneles de control facilita el análisis avanzado de datos y la toma de decisiones basadas en la evidencia.
Guadalupe
La proliferación de sargazo en el archipiélago antillano de Guadalupe ha incrementado la preocupación por las emisiones de gases como el sulfuro de hidrógeno (H₂S) y el amoníaco (NH₃), responsables de los malos olores y potenciales impactos en la salud pública. Para abordar esta problemática, hemos desplegado, de la mano de Gwad’Air (la ATMO de Guadalupe), la tecnología de Kunak como solución avanzada de monitorización ambiental. Los sistemas Kunak AIR facilitan la medición precisa y en tiempo real de estos gases, gracias a sus sensores específicos para H₂S y NH₃, capaces de detectar concentraciones bajas y variaciones rápidas en el aire ambiente.
Estos dispositivos, equipados con cartuchos inteligentes y de calibración sencilla, garantizan datos fiables incluso en condiciones climáticas adversas y en ubicaciones remotas como el archipiélago Guadalupe. La transmisión continua de los datos a la plataforma Kunak AIR Cloud facilita el análisis y la toma de decisiones rápidas ante episodios de alta emisión, permitiendo a las autoridades y gestores ambientales anticipar riesgos y aplicar medidas de mitigación efectivas para proteger tanto a la población como a los ecosistemas locales.

Monitorización de gases tóxicos por sargazo en el Caribe para protección ambiental y turística.
Costa de Cancún (México)
En la zona de Cancún, el arribo masivo de sargazo ha generado episodios recurrentes de malos olores asociados a la descomposición del alga, principalmente por la liberación de H₂S y NH₃. La monitorización que realizamos con equipos Kunak AIR Pro, de la mano de nuestro distribuidor Repmex, se ha convertido en una herramienta esencial para el control ambiental y la protección de la calidad del aire en áreas turísticas y residenciales. Estos sistemas permiten el seguimiento continuo de las concentraciones de gases nocivos, gracias a su capacidad de medir simultáneamente hasta cinco contaminantes y partículas en suspensión. La integración de sensores de H₂S y NH₃, junto con la gestión remota de datos y alertas en tiempo real a través del software Kunak AIR Cloud, posibilita una respuesta ágil ante niveles críticos de contaminación. Además, la facilidad de despliegue, el bajo mantenimiento y el funcionamiento autónomo de los dispositivos Kunak favorecen su uso en zonas costeras de difícil acceso, asegurando una vigilancia constante y precisa. Así, la monitorización de Kunak contribuye eficientemente a minimizar los impactos negativos del sargazo sobre la salud humana, el turismo y el entorno natural.

Cómo actuar ante la llegada de sargazo al litoral – Gulf and Caribbean Fisheries Institute
Producción de biogás a partir de sargazo
La producción de biogás a partir de sargazo representa una alternativa biotecnológica destacada para aprovechar esta macroalga, cuya proliferación masiva está generando importantes retos ambientales, económicos y de salud pública en regiones tropicales y subtropicales.
“El sargazo es considerado un recurso potencial para la producción de biogás debido a su composición, bajos costos de operación y su capacidad para generar co-productos y subproductos.” López-González, I.E. 2024.
El sargazo es especialmente atractivo como materia prima debido a su alto contenido de carbohidratos y baja proporción de compuestos de difícil descomposición como la lignina, lo que facilita su degradación y conversión en biogás. El proceso biológico se basa en la digestión anaerobia del sargazo, donde microorganismos descomponen la biomasa en ausencia de oxígeno, generando una mezcla de gases compuesta principalmente por metano (CH₄) y dióxido de carbono (CO₂).

Esta infografía ilustra el movimiento del Sargazo desde el mar abierto a la costa. En el mar abierto, el sargazo provee hábitat importante para los peces y vida silvestre. Sin embargo, en la orilla altera los ecosistemas costeros, desalienta a turistas, y representa una amenaza para la salud pública. NOAA (US National Oceanic and Atmospheric Administration).
Estrategias de gestión y tratamiento
El procesado del sargazo para su aprovechamiento como biogás requiere de varios pasos:
Recolección y tratamiento mecánico
Para que el sargazo pueda ser aprovechado como biogás requiere una estrategia de recolección eficiente. Este paso es fundamental para evitar su acumulación y descomposición en playas, donde genera impactos ambientales y problemas de salud pública. La recolección puede realizarse tanto en el mar, mediante barcazas especializadas equipadas con sistemas de captura y triturado, como en la costa, utilizando maquinaria adaptada para separar el alga de la arena y otros residuos sólidos. Este primer paso es clave para preservar la calidad de la biomasa y reducir el contenido de contaminantes antes de su procesamiento.

Campaña de voluntariado para la retirada del sargazo de las playas mexicanas – Secretaria de Estado de Medio Ambiente y Cambio Climático y Zofemat – México.
Soluciones de secado y estabilización
Una vez eliminadas la sal y la arena del sargazo recolectado, el procedimiento continúa con el pretratamiento del sargazo, que incluye su secado, trituración y, en algunos casos, la eliminación de contaminantes como metales pesados, para asegurar la calidad del biogás y de los subproductos. Posteriormente, la biomasa se introduce en biodigestores, donde la digestión anaerobia produce biogás y un residuo sólido conocido como digestato, que puede ser valorizado como biofertilizante, promoviendo así un enfoque de economía circular. El biogás generado puede ser purificado mediante técnicas como el lavado con agua o el uso de membranas selectivas, obteniendo biometano apto para su inyección en redes de gas natural o para su uso directo en la generación de energía y para el transporte.
El secado y la estabilización del sargazo son etapas cruciales para su valorización energética, especialmente en procesos como la producción de biogás, donde la humedad excesiva puede afectar la eficiencia y la estabilidad de la digestión anaerobia. Dado que el sargazo llega a las costas con un alto contenido de agua, su secado previo reduce significativamente el peso y volumen de la biomasa, facilitando su manejo, transporte y almacenamiento, además de mejorar su poder calorífico y la calidad del biogás producido.
Del mismo modo, la estabilización del sargazo implica procesos para evitar su rápida descomposición y la liberación de gases malolientes (H₂S, NH₃) facilitando así su uso posterior.
Planes de manejo costero sostenible
A escala de laboratorio, la viabilidad del proceso ha quedado demostrada, y existen prototipos en funcionamiento en México y diversas áreas del Caribe que están produciendo biogás empleado como fuente de calor o electricidad. Sin embargo, su dimensión industrial aún afronta desafíos técnicos y económicos, como la necesidad de integración de procesos, optimización de la eficiencia energética y manejo de grandes volúmenes de biomasa. La sostenibilidad del sistema depende no solo de la viabilidad económica y ambiental, sino también de su integración social y de la generación de múltiples coproductos, como biohidrógeno, biometanol y fertilizantes, que incrementan el valor añadido del proceso.
En resumen, la recolección y tratamiento mecánico permiten añadir valor al sargazo como recurso bioenergético, pero también es un procedimiento que contribuye a mitigar los efectos negativos de su llegada masiva, integrando soluciones sostenibles y tecnológicamente viables para las regiones afectadas. Mientras que el secado y su estabilización aumentan sus posibilidades de aprovechamiento energético como energía renovable y biofertilizantes.

Los depósitos de sargazo en las playas dañan los ecosistemas costeros y son incompatibles con el uso turístico.
Preguntas frecuentes sobre el sargazo
¿Cómo afecta el sargazo a la calidad del aire?
El sargazo, cuando llega a las costas se descompone liberando compuestos como el sulfuro de hidrógeno (H₂S) y el amoníaco (NH₃), gases que afectan negativamente a la calidad del aire. De entrada, la emisión de estos gases produce olores desagradables pero, en concentraciones elevadas, pueden causar irritación en ojos, nariz y garganta, así como problemas respiratorios, especialmente en personas vulnerables. Además, la exposición prolongada a altos niveles de H₂S puede representar riesgos para la salud pública y el bienestar de las comunidades costeras.
En resumen, la descomposición del sargazo en playas no solo representa un problema ambiental y turístico que afecta a la calidad de vida, sino que también es un desafío para la salud pública debido a la liberación de gases nocivos que deterioran la calidad del aire.
¿Qué sensores son necesarios en las playas con sargazo?
Para una gestión eficiente y sostenible del sargazo en las costas es necesario detectar a tiempo las emisiones que se producen durante su descomposición aerobia. Para lograrlo es fundamental implementar una red de sensores que permita monitorizar de forma precisa y en tiempo real variables ambientales que alteran la calidad del aire. Los sensores más relevantes incluyen: concentración de partículas en suspensión (PM1, PM2.5, PM10) y gases contaminantes como amoníaco (NH₃) y sulfuro de hidrógeno (H₂S), parámetros clave para evaluar el impacto ambiental y la exposición de los usuarios a la proximidad del sargazo.
¿Cómo se cuantifican las emisiones de H₂S del sargazo?
La cuantificación de emisiones de sulfuro de hidrógeno (H₂S) en el aire se realiza mediante técnicas normalizadas que garantizan precisión y trazabilidad. Los métodos más utilizados son:
- Sensores electroquímicos: medición en tiempo real y con alta sensibilidad del H₂S que se adsorbe en la superficie del sensor, generando una corriente eléctrica proporcional a la concentración del gas.
- Captadores pasivos: método que requiere planificación previa y se basa en cartuchos adsorbentes impregnados con acetato de zinc u otro reactivo adecuado. El H₂S del aire se fija en el cartucho y, posteriormente, se extrae en laboratorio para su análisis. El compuesto resultante se cuantifica mediante espectrofotometría visible.
- Sistemas de absorción en solución: El aire se hace pasar por una solución alcalina (hidróxido de cadmio o acetato de zinc), donde el H₂S se retiene como un precipitado. El sulfuro captado se determina por espectrofotometría o valoración yodométrica.
En todos los casos, la concentración de H₂S se calcula considerando el volumen de aire muestreado, las condiciones ambientales y la calibración del sistema analítico. Estos métodos están regulados por normativas técnicas específicas para garantizar la fiabilidad de los resultados.
¿Puede el biogás obtenido del sargazo mitigar olores?
El aprovechamiento del sargazo para la producción de biogás puede contribuir significativamente a la mitigación de los olores desagradables asociados a su descomposición en las playas. El proceso de digestión anaerobia transforma la biomasa del sargazo en biogás dentro de reactores cerrados, evitando la liberación directa de compuestos volátiles como el sulfuro de hidrógeno (H₂S) y amoníaco (NH₃), principales responsables del mal olor que escapa al aire.
Al procesar el sargazo antes de que se descomponga en la arena, se reduce la emisión de gases malolientes al entorno. Además, las plantas de biogás suelen incorporar sistemas de desodorización, como biofiltración, que minimizan los olores durante el tratamiento de residuos orgánicos. Esto no solo mejora la calidad ambiental de la zona, sino que también convierte un residuo problemático en una fuente de energía renovable y biofertilizantes.

El sargazo cuando flota en el océano es fuente de alimento, refugio y reproducción para la vida marina pero en la orilla supone una amenaza para los ecosistemas costeros.
¿Qué papel juega el sargazo en el cambio climático?
La proliferación masiva del sargazo está estrechamente relacionada con el cambio climático debido al aumento de la temperatura de los océanos, la alteración de las corrientes marinas y el incremento de nutrientes en el agua (provenientes de actividades humanas y contaminación).
A su vez la acumulación excesiva del sargazo que invade las costas de regiones como el Caribe origina efectos negativos que contribuyen a exacerbar el cambio climático:
- Alteración de la dinámica de ecosistemas marinos: al cubrir arrecifes y praderas marinas, el sargazo impide la fotosíntesis, reduce el oxígeno disuelto y afecta la biodiversidad.
- Emisión de gases de efecto invernaderoSi bien la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera ha ido aumentando de forma constante y acelerada en las últimas décadas, durante ...
Leer más: durante su descomposición en playas, el sargazo libera gases como amoníaco (NH₃), metano (CH₄) y sulfuro de hidrógeno (H₂S), contribuyendo al calentamiento global y afectando a la calidad del aire. - Alteración de ciclos ecológicos: el exceso de biomasa modifica las cadenas tróficas y puede causar anoxia (falta de oxígeno) en ecosistemas costeros.
- Retroalimentación climática: la proliferación masiva del sargazo es un fenómeno que se agrava con el cambio climático y, a su vez, puede intensificar algunos de sus efectos negativos sobre los ecosistemas y la atmósfera.
En resumen, el sargazo es tanto un indicador de los efectos del cambio climático en los océanos como un nuevo reto ambiental, cuyo manejo y aprovechamiento sostenible son claves para mitigar su impacto en el clima y los ecosistemas costeros.

Depósitos litorales de la macroalga sargazo (Sargassum) en Miami Beach – Estados Unidos de América – Foto Jack Doe – Sargassum Informative Hub.
Conclusión
El fenómeno del sargazo, lejos de ser únicamente un desafío ambiental, es también una oportunidad para la innovación y promoción de la sostenibilidad en las regiones costeras afectadas. La transformación del sargazo en biogás y otros productos de valor demuestra cómo la ciencia y la tecnología pueden convertir un problema en una fuente de energía renovable y desarrollo local. Sin embargo, para que estas soluciones sean realmente efectivas y seguras, la monitorización continua de la calidad del aire se vuelve indispensable.
La detección de gases y malos olores permite anticipar riesgos, proteger la salud pública y garantizar que los procesos de manejo y valorización del sargazo se realicen de manera responsable. La vigilancia ambiental en tiempo real no solo ayuda a mitigar los impactos negativos de la descomposición del sargazo, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades costeras y preserva la calidad de vida y el atractivo turístico de estas zonas.
En definitiva, el abordaje integral del sargazo, que combina la gestión eficiente, la valorización energética y la monitorización ambiental, marca el camino hacia un futuro más limpio, seguro y sostenible para las costas afectadas. Apostar por la innovación y la vigilancia ambiental es, sin duda, la mejor estrategia para transformar el reto del sargazo en una oportunidad de progreso basada en la sostenibilidad.
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