Necesidad
Una de las principales plantas de aluminio de Oriente Medio, con capacidad de producción para abastecer mercados en Estados Unidos, Europa y otros países, juega un papel clave en la economía global del aluminio. Sus complejos procesos industriales —que incluyen plantas calcinadoras y desalinizadoras de agua de mar— generaban la necesidad de establecer controles internos eficaces para mitigar las emisiones.
A este desafío se sumaban las estrictas exigencias de la autoridad medioambiental de la región, que requería evaluaciones periódicas y monitorización continua en todas las plantas industriales. Los parámetros bajo control incluían partículas en suspensión, gases (SOx, NOx, VOCs, H2S, CH4, HF, HCl) y metales pesados, todos ellos críticos para garantizar la seguridad ambiental.
En este contexto, el cliente necesitaba una solución de monitorización ambiental precisa y fiable, capaz de demostrar cumplimiento normativo, reforzar su compromiso con la sostenibilidad y la transparencia y operar en condiciones locales extremas como alta humedad y ambiente salobre. La instalación de estaciones de referencia no era suficiente, por lo que la empresa buscó instrumentos robustos y adaptados al entorno, capaces de ofrecer una mayor cobertura y datos de calidad near-reference, trazables a estándares internacionales.