Necesidad
La contaminación atmosférica es el principal riesgo ambiental para la salud en Europa, según la OMS. Muchas ciudades europeas, especialmente en Flandes y Países Bajos, superan con frecuencia los límites legales de calidad del aire, exponiendo a la población a concentraciones peligrosas de contaminantes. Además, la diversidad de iniciativas y metodologías de medición dificulta la labor de los responsables políticos, que necesitan datos comparables y fiables para diseñar políticas eficaces de calidad del aire y movilidad.
Frente a este reto, los gobiernos locales demandaban herramientas avanzadas para identificar rápidamente los puntos críticos de contaminación (hotspots), evaluar el impacto de distintas medidas (como peatonalizaciones o restricciones al tráfico) y fundamentar sus decisiones en datos científicos. Asimismo, era fundamental fomentar la participación ciudadana en la búsqueda de soluciones y en la implementación de planes locales para mejorar la calidad del aire, incrementando la transparencia y la corresponsabilidad social.
En este contexto, CityTRAQ demuestra que la combinación de tecnología avanzada y participación ciudadana permite crear entornos urbanos más saludables y sostenibles. Esta iniciativa, impulsada por la Unión Europea a través de los proyectos LIFE, ha permitido a ciudades como Amberes, Gante, Brujas y Zagreb monitorizar de manera continua y fiable la evolución de la calidad del aire en contextos urbanos diversos, facilitando la toma de decisiones informadas y promoviendo la implicación activa de la ciudadanía en la mejora del entorno urbano.